Este es el pueblo tropical que siempre está de fiesta

El verano y sus vacaciones nos permiten explorar nuevos horizontes. Podemos ir a países remotos y mezclarnos con culturas ajenas para vivir una inédita experiencia vital o viajar a capitales emblemáticas para satisfacer nuestra curiosidad más cosmopolita.

Pero no nos engañemos. A menudo, los seres humanos somos una especie bastante básica y en el caso del verano nos sobra y nos basta con obtener lo que solemos esperar de él: playa, fiesta y despreocupación.

 

 

 

 

En este sentido es fácil pensar en Brasil y, más en concreto, en Río de Janeiro, con sus playas de Ipanema, Copacabana y demás como el destino perfecto. Pero hay un lugar en este país, más desconocido, más escondido y más mágico, que concentra todo lo idílico que un turista veraniego suele buscar en Brasil. Hablamos de Morro de São Paulo, una pequeña población situada en la isla de Tinharé, en el estado de Bahía, al nordeste del país.

El “Morro”, como le llaman los que le tienen cariño, es una especie de segunda Ibiza, con playas paradisíacas y fiestas nocturnas de lunes a domingodurante todo el año, pero más recogida y, obviamente, tiznada por una perfecta esencia brasileña.

 

 

 

 

La magia del “Morro” empieza cuando se quiere llegar hasta él. La única vía acceso es a través de un catamarán que zarpa desde el puerto de Salvador de Bahía. Una vez ahí, uno puede regocijarse en cinco playas (llamadas primera, segunda, tercera, cuarta y quinta playa) protegidas por arrecifes de coral y salpicadas de palmeras y cocoteros.

 

 

El encanto del “Morro” también reside en el único medio de transporte que se puede usar en él: los pies. El pueblo conserva un estilo rústico, en el que las calles son de piedra, las cuestas empinadas y los alojamientos, en su mayoría, pequeñas posadas de no más de 12 habitaciones.

 

 

Cuando cae la noche, la magia se intensifica. Las fiestas en la segunda playa son diarias y a menudo duran hasta las 9 de la mañana. Pero no es el único foco de diversión: puestas de sol en la terraza del club Toca do Morcego, conciertos, recitales de poesía, espectáculos de capoeira, sesiones de electrónica hasta el amanecer…

En Morro de São Paulo, la música, los cócteles locales, el amor por la vida y el hedonismo fluyen por toda la isla como la brisa marina que la envuelve.

 

 

Incluso en temporada baja, cuando los clubs no abren, la fiesta continúa. En la zona de Barzinhos (Barecitos), se celebran fiestas improvisadas, en las que no se cobra entrada y que suelen reunir a varios cientos de personas.

 

 

Fiesta, playa y diversión en una de las islas más románticas del mundo que, curiosamente, también es destino para muchas parejas recién casadas.

Si alguna vez acudes a Morro de São Paulo, cuando te pregunten qué tal las vacaciones podrás responder que has hecho exactamente eso que todos queremos del verano: vivirlo de la forma más idílica posible.

Y si vas a estar lejos de Morro de São Paulo, siente toda su esencia con una copa de Ballantine's Brasil.

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