1. Todas las mañanas es la misma maldita historia.

2. Sale el sol, suena la alarma y se supone que tienes que levantarte de tu cama pero…

3. ¿Qué son cinco minutos más?

4. En serio, ¿qué son diez minutos más?

5. Para ti, la cama no es ningún chiste.

Te tomaste tu tiempo para escoger el colchón, las almohadas y las sábanas.

6. Cada noche pasa lo mismo, cambias la hora de la alarma para poder dormir un ratito más.

Total, ya irás al gimnasio en la tarde. Si no llueve, o te gana la hueva.

7. Todas esas horas que pasas lejos de tu lecho son como una tortura.

8. Sobre todo porque no puedes dejar de pensar en tu cama, tan suave, tan calientita, tan sensual.

9. Por eso evitas bañarte y desayunar cuantas veces puedes, nomás para aprovechar unos minutitos más en los brazos de Morfeo.

10. No importa cómo esté el clima afuera, nunca va a compararse a la temperatura perfecta que hay dentro de tus sábanas.

11. Y si por ti fuera, jamás saldrías de ahí.

12. Cuando no estás en tu cama lo único que piensas es en el momento en el que regresarás a ella…

Y cuando estás en ella, hasta te salen lagrimitas de emoción.

13. Y nada te pone de peor humor que un vecino escandaloso que no te deja dormir, tener ganas de hacer pipí o hambre.

Porque todo eso implica que tendrás que levantarte y dejarla ir.

14. Nunca has entendido a esa gente que se levanta de su cama para comer…

¿Por qué alguien en su sano juicio haría una locura así? ¡Traigan las galletas!

15. Y también te sacan de onda los que salen a ejercitarse a la calle o al gimnasio.

Sobre todo cuando hay un delicioso colchón esperándote para hacer abdominales sobre él.

16. Cada vez que lees las noticias piensas, “Baia, una razón más para no salir de esta bella y esponjosa burbuja de sueño”.

17. De hecho, muy pocas cosas te inspiran a salir de tu cama.

A veces, ni el cumpleaños de tu mamá lo logra. Todo depende del día.

18. Conoces 100000 pretextos de todas las veces que has mentido con tal de no levantarte.

“Fíjate que atropellaron al hurón del primo del sobrino de mi amiga y necesitan una transfusión, resulta que yo soy la única compatible con su tipo de sangre.”

19. Pero al final del día las responsabilidades son demasiadas y sabes que tienes que afrontarlas, lejos de tu cama :(

20. Y no entiendes porqué todos los días tienes que dejarla…

21. Cuando sabes que regresarás directo a sus brazos en unas pocas horas.