Anoche se demostró que el problema del empate a cero de Argentina ante Venezuela no fue cosa del ambiente frío del Monumental. Con River Plate jugándose el paso a las semifinales de la Copa Libertadores, su afición fue fundamental para que el equipo gallina culminase una feroz remontadacontra el Jorge Wilstermann boliviano.

Es verdad que toda remontada es el remiendo de un desastre: River había naufragado en Cochabamba hace una semana perdiendo 3-0... pero ayer en 19 minutos Nacho Scocco con un hat trick ya había igualado la eliminatoria. En el 35, Enzo Pérez ya puso el 4-0.

Rematarían al Wistermann otros cuatro goles veinte minutos. Dos más de Scocco, otro de Enzo Pérez y otro de Nacho Fernández.

Sí, River ganó 8-0 anoche. Y los del Muñeco Gallardo ya dan miedo mientras aspiran seriamente a lacuarta Copa Libertadores de su historia. Sería la segunda en tres años. Ahora un River crecido se enfrentará por una plaza en la final a Lanús, que eliminó por penaltis a otro argentino, San Lorenzo.

Hubo, eso sí, una nota negra en la remontada de River. Varios barrabravas argentinos agredieron brutalmente a otros aficionados del Wilstermann. También, apedrearon algunos de los autobuses en los que venían desde Bolivia para seguir a su equipo.