Adiós a la leyenda de los Celtics que odiaba a los Celtics

Paul Pierce se crió en un suburbio de Los Angeles donde todo el mundo es de los Lakers. Ahora su número 34 colgará del Boston Garden

 

 

Paul Pierce

Imagen PlayGround

Paul Pierce ya ha jugado su último partido como profesional en la NBA. El alero de Los Ángeles Clippers anunció en septiembre que se retiraba del baloncesto al acabar la temporada y ha sido eliminado en la primera ronda de playoffs por Utah Jazz.

"The Truth" deja la liga tras 19 temporadas en las que jugó en cuatro franquicias diferentes. Su mejor versión se vio en Boston Celtics, donde estuvo los primeros 15 años de su carrera y ganó su único anillo de campeón en el 2008. Esa temporada fue elegido como el MVP de las Finales tras ganar en ellas a Los Angeles Lakers.

 

 

El segundo máximo anotador de la historia de Boston Celtics es de Inglewood, California. Sí, el barrio de Los Ángeles Lakers. Viviendo allí estás obligado a ser un laker más. Tal y como ha reconocido en muchas ocasiones, Pierce era un fan de los púrpura y oro, creciendo con la rivalidad que acompañaba a las dos franquicias: de pequeño odiaba a los Celtics.

A todo esto se le suma que Inglewood entre los 80 y los 90 era el suburbio más peligroso de Los Ángeles junto a Compton, donde era muy complicado vivir y Pierce veía gente morir a diario.

En su casa, las cosas no iban mejor: su padre desapareció y su madre le crió junto a sus dos hermanos que le propinaban palizas habitualmente.

Sin embargo tenía un don para meter el balón en el aro y hacerlo con una clase que asustaba. Por eso la NBA se fijó en él y los Celtics le seleccionaron el número 10 del Draft de 1998, aunque no tenían muy por la mano lo de que Pierce era un fanático de Lakers.

"Al menos voy a uno de los mejores", pensó el jugador... Pero nada más lejos de la realidad. Estuvo casi 10 años luchando solo, con un equipo en profunda reconstrucción que había perdido el norte con la retirada de Larry Bird.

 

 

Obviamente, con el paso de los años acabó cambiando de bando y ahora es un ídolo de los Celtics, que lo han recibido con ovaciones de locura cada vez que visitaba el Garden.

 

 

Pero, ¿de donde viene esta rivalidad tan fuerte entre Lakers y Celtics?

A decir verdad, lleva 55 años vigente y cualquier aficionado la tiene en mente. El Showtime de los Lakers contra la tradición Celtic. El glamour de Hollywood contra el pragmatismo verde. Magic contra Bird. Negros contra Blancos.

Los Celtics han conquistado 17 campeonatos por 16 de los Lakers, y en enfrentamientos directos Boston lleva la delantera por 201 victorias a 159.

El primer duelo entre las dos franquicias en unas finales de la NBA se disputó en la temporada 1961-62. Los Celtics venían de dominar la liga con 3 títulos consecutivos y los Lakers no fueron capaces de derrotarles a pesar de una ajustada final que acabó 4-3.

Bill Russell sería el máximo artífice de aquel anillo y todos los que vendrían en aquella época, donde en las temporadas 1962-63, 1964-65, 1965-66, 1967-68 y en la 1968-69, los Celtics trituraron a los Lakers en las Finales a pesar de que medirse a jugadores como Jerry West o Wilt Chamberlain.

 

 

En aquellos años empezó el mítico "Beat LA" en el Boston Garden, que no se volvería a escuchar hasta los 80.

Esta vez los líderes eran otros, uno en cada equipo. Larry Bird en los Celtics y Magic Johnson en los Lakers, casi nada. Del año 84 al año 87 se las tuvieron tiesas y el enfrentamiento entre Bird, McHale y Parish contra Magic, Worthy y Kareem Abdul-Jabbar guarda un hueco especial en la historia de la liga.

 

 

En aquellos años de movilización social y la lucha por la igualdad racial, la población negra vio en los Lakers un equipo que les representaba.

El Showtime gustaba a todo el mundo y tenían muchos jugadores negros en su plantilla, a diferencia de los Celtics, que desplegaban un juego mucho más duro y que siempre tuvo la vitola de "equipo de blancos" por tener a estrellas como Ainge, McHale, Bird o Bill Walton, a pesar de ser la primera franquicia de la historia en seleccionar a un jugador negro en el Draft.

Este sentimiento de rivalidad entre blancos (Celtics) y negros (Lakers) no se alargó demasiado. A finales de los 90 quedó en el olvido, aunque se ve perfectamente en la relación de Edward Norton con su colega de la cárcel en American History X.

 

 

En 2008 Paul Pierce por fin pudo desquitarse de 10 años en los que se había convertido en un Celtic de corazón.

En aquella temporada Boston se hizo con los servicios de Kevin Garnett y Ray Allen, dominando la liga con un Big Three que ganó a los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol en las Finales.

 

 

También en ese año se pudieron ver los orígenes de Pierce en una pista de la NBA. En un partido de Playoffs ante Atlanta Hawks, hizo el signo de una de las ramas de los Bloods, la gran banda que se repartía con los Crips el fenómeno gangsta en América. En concreto, se trataba del símbolo de los Piru, la pandilla de Inglewood. 

El orgullo verde con la clase y el espíritu de las canchas del guetto. Así es como Paul Pierce se convertirá en el primer hombre de Inglewood con la camiseta retirada en el Garden.

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