El sexo oral está contribuyendo a crear un tipo de gonorrea muy resistente a antibióticos Ciencia y Tecnología
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enviado un mensaje de alerta al mundo. Ahora la gonorrea es más peligrosa que nunca y se está propagando imparable por un menor uso del condón.
Lo que más preocupa a los funcionarios de salud es que hoy es mucho más difícil de tratar y, en algunas ocasiones, no hay nada que hacer. Algo que se ha evidenciado en tres casos repartidos en Japón, Francia y España, según explicó una de las doctoras de la OMS, Teodora Wi.
Esto se debe a que la enfermedad de transmisión sexual (ETS) se está volviendo resistente a los antibióticos. En noviembre las autoridades estadounidenses avisaron que había surgido una nueva cepaque no podía erradicarse con los fármacos que antes sí que servían. Pero ahora, la OMS ha anunciado que esta tendencia está presente en 77 países que ha analizado.
"El virus de la gonorrea es muy inteligente, cada vez que se introduce una nueva clase de antibiótico para tratarlo, el virus se vuelve resistente. Los casos que conocemos podrían ser solo la punta del iceberg",añadió Wi.
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La mayor parte de las infecciones se están desarrollando en países en vías de desarrollo, donde la inmunidad del virus se detecta en menor grado. Y, en el caso de que no se trate, cualquiera que lo contraiga puede llegar a padecer infertilidad, inflamación pélvica o correr el riesgo de transmitirlo a su hijo en el caso de estar embarazada.
La gonorrea es capaz de infectar los genitales, el recto y la garganta, parte que más quita el sueño a los funcionarios que están detrás de la OMS. Como detalló la doctora Wi, es allí donde los antibióticos podrían provocar que el virus desarrollara resistencia. "Cuando se utilizan antibióticos para tratar infecciones como un dolor de garganta normal, se mezclan con la Neisseria, la bacteria que provoca la gonorrea, y dan como resultado una mayor resistencia", alertó.
La enfermedad se puede contraer teniendo sexo vaginal o anal sin protección o a través del sexo oral. Y algunos de los síntomas son que el flujo pase a tener un color verde o amarillo y sentir dolor y sangrar al orinar. Aunque algunas de las personas infectadas a las que ha examinado la OMS no han evidenciado estos efectos.
Ante los aproximadamente 78 millones de personas que contraen alguna ETS cada año y la fortaleza que ha adquirido la gonorrea, la OMS reclama acción. Así lo ha expresado al hacer un llamamiento al mundo para que se controle su propagación y se fabriquen nuevos medicamentos que combatan su resistencia.