El hombre que ves sobre estas líneas es Jacques Rouschop, un tipo de más de 145 kilos, una cintura de 1,67 metros y un pene de 2,5 centímetros (5 erecto).
Rouschop, que tiene antecedentes penales desde hace cuatro décadas y ha pasado algún tiempo en la cárcel, está siendo juzgado por la violación y asfixia de dos mujeres en 2013.
Ambas eran prostitutas de Vanier, Canadá, y declararon que el hombre las atacó hasta que se desmayaron y las metió en la parte de atrás de su camioneta, donde las violó. Pero Natasha Calvinho, la abogada defensora, ha salido al paso rápidamente.
Primero, ha evidenciado los antecedentes del sujeto:
"Está lejos de ser un hombre perfecto. Ha cometido errores. Ha cometido delitos. Ha pasado tiempo en la cárcel y tiene significativos antecedentes penales. Es alguien que ha pasado gran parte de su vida adulta entrando y saliendo de prisión. Teniendo en cuenta su peso y su apariencia, él será el primero en decir que tiene grandes problemas para atraer a personas del sexo contrario”.
Pero acto seguido ha sacado a colación un hecho que podría cambiar el rumbo del juicio:
“Debido a sus limitaciones físicas, es imposible que Rouchop haya cometido tal crimen. Es muy complicado para él tener relaciones sexuales. Su estómago es demasiado grande y su pene demasiado pequeño”.
Así es, la abogada ha recurrido al tamaño de su pene para decir que es imposible que llevara a cabo la violación de la que es acusado. La defensa llegó a presentar fotos de Rouschop desnudo para justificarlo.
En manos del Tribunal está la jurisdicción de un hombre que ya fue investigado en 2013 por el homicidio de Amy Paul, también prostituta. Según él, es por este crimen por el que le quieran juzgar ahora, y no por el de las mujeres violadas. "Él cree que está siendo víctima de una caza de brujas", dijo Calvinho al juez.
La abogada explicó al jurado que los detectives encargados del caso Paul insistieron mucho para asegurarse las declaraciones de las dos trabajadoras sexuales contra Rouschop.
Se da el caso de que los cargos contra Rouschop fueron presentados 24 horas después de que la policía de Ottawa anunciara una recompensa de 50.000 dólares para cualquiera que aportara pruebas sobre el caso de Amy Paul. Las dos mujeres que acusan a Rouschop testificaron que, inicialmente, no querían testificar pero que la policía les instó a hacerlo.
También dijeron que no lo hicieron por la recompensa. Algo que todavía está por demostrar.
[Vía Ottawa Citizien]