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El río Amazonas está en grave peligro por culpa de la construcción de 428 presas Mundo
Las obras hidroeléctricas cortarían el discurrir del agua causando "un daño irreversible"
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Getty
Los planes de levantar 428 presas amenazan la vida del río Amazonas. A las 140 ya existentes o en construcción, la suma de los nuevos cientos de diques de hormigón acarrearían consecuencias nefastas cortando el discurrir del agua y atrapando los nutrientes que arrastra el agua.
La cuenca, que abarca más de 6,1 millones de Km2 , es el sistema fluvial más grande del planeta ya que supone el 20% de agua dulce que existe en el mundo. Una amplia investigación publicada en la revista Nature, en la que han trabajado diez universidades con expertos en geología, ecología, economía o ingeniería, ha analizado la preocupante alteración que tendrían las obras de las hidroeléctricas. Aunque solo se llegara a construir una fracción de los programas, los daños podrían ser irreversibles.
Por cada muro, una porción importante de los sedimentos que transportan nutrientes a la diversidad biológica de los humedales queda retenida. Miles de especies de peces, aves o vegetación pasarán a correr peligro. Pero el viaje de sedimentos influye en más aspectos.
Su transporte moldea el canal, erosiónandolo y regenerándolo. Al desembocar, se calcula que la vertiente de agua y sedimentos que penetra en el Atlántico alcanza unos 1,3 millones de km2 en el océano, lo que condiciona el clima regional al determinar el movimiento de las tormentas caribeñas.
"Nuestro papel es mostrar cómo obra la naturaleza y que la naturaleza está integrada", remarcaba Víctor Baker, uno de los autores del estudio.
Con el índice de vulnerabilidad que han creado para medir el impacto, los investigadores destacan que los ríos Madeira, Maranón y Ucayali -afluentes del Amazonas- serán los más afectados por las presas. Recuerdan que Madeira da la mitad de los sedimentos que el gran río serpenteante luego lleva al mar.
"Debemos poner los riesgos sobre la mesa. Estamos destruyendo masivamente nuestros recursos naturales y deberíamos buscar alternativas racionales para la preservación y el desarrollo sostenible", apuntó Edgardo Latrubesse, de la Universidad de Texas e investigador principal.
Aunque cada plan de construcción había pasado el informe de impacto medioambiental, no se había analizado su conjunto. Las presas, impulsadas con la intención de obtener energía para el desarrollo de las zonas, no parecen ser la forma más eficiente ni económica. A pesar de que durante su levantamiento dan trabajo, su coste astronómico no se llega a saldar. Y el daño medioambiental además supondría una puñalada al río más complejo de nuestro planeta.