Cada vez más jóvenes sufren las enfermedades de las que se quejaban sus abuelos

El término viejoven suena cool cuando compras ropa de personas muertas en tiendas vintage y con 24 años explicas a tus amigos por qué el sonido de los vinilos es mejor que el de Spotify. Pero no suena tan bien cuando a tus veinte tienes las mismas enfermedades que tu abuelo.

Hemorroides, dolores de espalda, venas varicosas... ¿te suenan? Seguro que has oído alguna vez esas quejas entre la comunidad imserso de la consulta de tu médico. Pero quizá tú mismo sufras de las mismas dolencias y aún no lo sepas.

El grupo de la sanidad privada británica Bupa ha estado recopilando datos de más de 60.000 procedimientos médicos realizados durante el año pasado. Sus investigaciones han llegado a una conclusión alarmante: actualmente las personas entre 20 y 30 años están siendo tratadas de problemas médicos generalmente asociados con la vejez.

 

El grupo privado Bupa ha llegado a una conclusión alarmante: actualmente las personas entre 20 y 30 años están siendo tratadas de problemas médicos generalmente asociados con la vejez.

Según el análisis, las malas posturas y el estilo de vida sedentario están acabando con nuestra salud y vitalidad juvenil. Pasar mucho tiempo sentado tras tu escritorio en la oficina o encorvado sobre el portátil o el smartphone, hace que te conviertas en un anciano prematuro.

De acuerdo a los resultados de Bupa, recogidos en The Independent, la eliminación de hemorroides y venas varicosas son dos de los procedimientos más comunes en la categoría de enfermedades circulatorias entre 26 y 45 años de edad. De cerca le siguen las operaciones artroscópicas de rodillas y las inyecciones de epidural para tratar el dolor de espalda.

La eliminación de hemorroides y venas varicosas son dos de los procedimientos más comunes en la categoría de enfermedades circulatorias entre 26 y 45 años de edad.

El 45% de los jóvenes entre 16 y 24 años de edad viven con un dolor constante de cuello y espalda por culpa del uso del móvil y la tablet. Pero ahí no queda todo: el uso constante de estos dispositivos también ha provocado que no podamos desconectar nunca del trabajo. La incapacidad de desconectarse y las largas jornadas de trabajo han contribuido a que además se hayan detectado más condiciones de estrés que antes.

Con tantas molestias sobre nuestros hombros a edades tan tempranas, la cuestión ya no está en cuántos años puede vivir de máxima un ser humano sino en qué condiciones de salud pasa su existencia.

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