Casablancas: el hombre que inventó las supermodelos... y se aprovechó de ellas

John Casablancas fundó la agencia de modelos Elite, de la que salieron estrellas como Naomi Campbell o Cindy Crawford. Pero no todo relucía en la vida del magnate...

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Casablancas: el hombre que amaba a las mujeres. Con un título antónimo a las novelas de Stieg Larsson, Netflix publica un documental sobre el fundador de Elite Models e inventor del concepto de supermodelo: John Casablancas.

Dirigido por Hubert Woroniecki, que conoció al magnate con 16 años durante unas vacaciones en Ibiza, el documental muestra una visión endulzada de Casablancas, presentándole como una suerte de Bill Gates del modelaje. Y aunque es cierto que fue un hombre de gran olfato para los negocios y un carisma encantador, también fue una figura marcada por los excesos y la polémica.

Quizás por dejar de lado esta faceta, el documental haya recibido tantas críticas en su paso por Francia. Y Woroniecki, antiguo amigo y compañero del empresario, tampoco parece ocultar la admiración que sentía por él:

 No soy periodista, sino cineasta. Quería retratar el lado bueno, porque he visto cosas ridículas. Fue una gran época. Evidentemente, el negocio era menos serio de lo que es hoy, pero porque el mundo también lo era. No había guerras, no había crisis y la gente solo se preocupaba de ir a la disco y pasárselo bien durante la noche. Era un periodo diferente, así que no me parece bien juzgarlo solo por los extremos y concluir que era horrible. Yo trabajé en Elite en los años ochenta y prometo que fue magnífico”.

 

Sin embargo, Casablancas –que falleció en 2013– no solo ha pasado a la historia por ser el impulsor de una agencia que ha hecho famosas a Naomi Campbell, Cindy Crawford, Gisele Bundchen y Linda Evangelista. También saltó a la fama por “aprovecharse” de las jóvenes modelos que él mismo reclutaba para su agencia.

Nacido en Nueva York hijo de padres catalanes, Casablancas vivió desde niño la vida que cualquier adolescente habría querido. Tenía dinero, estaba siempre de fiesta y conocía a las mujeres más preciosas del planeta. Tras estudiar en colegios suizos, acabó mudándose a París para fundar una agencia de modelos.

Fue entonces cuando conoció a Jeanette Christjansen, una Miss Dinamarca de 19 años con la que se casó tras dejar a su antigua esposa. De esta relación nació su hijo Julian, fundador de The Strokes. Su matrimonio, marcado por las infidelidades de él con decenas de modelos adolescentes, terminó en 1983. Una década más tarde, en 1993, se casó con la modelo brasileña Aline Wemelinger. En ese momento, él tenía 51 años y ella solo 17.

Cinco años más tarde, Elite pasó por su momento más polémico. Gerald Marie, socio de Casablancas desde hacía años, fue captado por una cámara oculta de la BBC presumiendo de seducir a jóvenes participantes para un concurso de modelos cuya media de edad era de 15 años. Incluso, en el vídeo decía que les ofrecía dinero a cambio de sexo.

Casablancas no se vio directamente implicado en la polémica, pero varias antiguas modelos acusaron al fundador de haber hecho lo mismo con ellas. De hecho, se conectaba directamente con la relación que había comenzado con la joven modelo brasileña y con Stephanie Seymour, que empezó a salir con Casablancas cuando solo tenía 16 años y él 43.

La BBC continuó con la caza a Elite a través de un reportaje en el que vinculaba a la agencia con favores sexuales y tráfico de drogas. Esto provocó que la compañía dejara de contratar a modelos menores de 16 años. Y también que Casablancas dejara la agencia después de décadas a su cargo.

Todo esto no se observa –al menos de manera crítica– en el nuevo documental de Netflix. Allí tenemos a mujeres objeto, fiestas llenas de excesos y un emprendedor que creó un imperio de la nada. Pero poco puede hacer Woroniecki para acabar con la imagen que Casablancas se ganó a pulso durante su etapa al mando de la agencia que inventó a las supermodelos.

 

 

 

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