¿Cómo se forman los huracanes?

 

Con el final del verano llega también la temporada de huracanes. La verdad es que se trata de un de los fenómenos naturales más impresionantes y ante los que poco o nada podemos mas que tomar las medidas preventivas necesarias. Más o menos como los terremotos, aunque estos de plano siempre nos toman desprevenidos. Lo cierto es que podemos saber cómo se desencadena un huracán, que de algo nos puede servir.

Empecemos con los nombres. Ciclón, huracán, tifón, hay varias formas de nombrar los fenómenos meteorológicos que suceden en el mar y en las costas. Y aunque parezca sorprendente todos se refieren a los mismos desastres. Lo único que cambia es el lugar donde suceden. Se denomina ciclones a las tormentas tropicales que azotan el océano Índico y la parte suroeste del Pacífico, mientras que reciben el nombre de huracanes cuando suceden sobre el Atlántico norte, el Caribe y la parte nororiental del Pacífico. Por último, se les llama tifones cuando tienen lugar en el Pacífico noroccidental. De esta manera los diferentes nombres no se refieren a la intensidad de la tormenta, ni a los daños que provoca, como a veces se cree.

Los huracanes solo se forman en zonas específicas del mar donde la temperatura es templada. Debido a la temperatura el aire comienza a entibiarse y por consiguiente se eleva sobre el mar. Esto provoca que se genere un área sobre el agua en la que hay menor presión. El aire frío que proviene del exterior de esta área empieza a filtrarse hacia ella ocupando el lugar donde antes estaba el aire cálido. En este proceso el aire frío comienza a girar y a calentarse, y termina por elevarse. Entonces el aire comienza a girar más rápido y cuando alcanza los 119 km/hr se puede decir que se trata de un huracán, tifón o ciclón según el lugar donde suceda.

Animación de un huracán partido a la mitad cómo se forman los huracanes
(Imagen: NASA)

Asimismo mientras la velocidad aumenta en el centro de la tormenta se forma una región que es mucho más tranquila que los bordes de la tormenta. Nos referimos al ojo del huracán, una zona en el corazón de la tormenta que no presenta grandes alteraciones debido a que la presión es baja.

Todas los ciclones tropicales se forman cerca del ecuador, pues es la zona en la que el mar es más cálido. Un dato curioso es que se moverán en la dirección de las manecillas del reloj o en sentido contrario según tengan lugar en el norte o el sur del ecuador. Cuando se encuentran al sur irán en sentido de las manecillas, mientras que los que están en el norte van en sentido contrario.

Los huracanes concentran su mayor fuerza solo mientras se encuentran en el mar. Al tocar tierra (se utilizan satélites para monitorear y predecir sus trayectorias) su velocidad disminuye, pero no sin causar estragos en las poblaciones cercanas.

 

 

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