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El menor que apedreó, insultó y robó a un joven gay en Sitges, Barcelona, estará cuatro años internado en un centro de menores y pagará 10.000 euros de multa. El adulto que le acompañaba espera sentencia.

Los delitos por los que ha sido condenado el chico, mayor de 14 años pero menor de 18, son robo con violencia y tentativa de homicidio (agravados por tratarse de un crimen de odio homófobo).

Los hechos retratan a un pequeño monstruo:

En octubre del año pasado, junto a tres amigos, se acercó a las puertas de un local de ambiente de Sitges y se estuvo riendo de la condición sexual de la víctima.

A las 4:30 de la madrugada, cuando la víctima abandonó el local, se volvió a encontrar con ellos, que l e siguieron hasta la estación de tren.

"Te vamos a asaltar, dame la bolsa y si no te vamos a tirar piedras, maricón", le dijeron los agresores según la sentencia.

Acto seguido, uno de ellos le empezó a apedrear desde la vía del tren y el otro le propinó un golpe con una gran piedra en la cabeza desde detrás del banco donde se sentaba. Patadas, más pedradas y el robo de su móvil y su dinero completaron una pesadilla que podría haber tenido un fin fatal. El joven cayó inconsciente a las vías del tren.

Poco les importó a los agresores, que se fueron del lugar. Un tercer miembro del grupo, que se distanció de la agresión desde el comienzo, consiguió sacarle de las vías con ayuda de otro pasajero a las 5:25, dos minutos antes de que pasara el siguiente tren en dirección a Barcelona.

"El tren pasó por las vías donde había caído la víctima a gran velocidad a las 5:27 horas de la madrugada", reza la sentencia.

Las lesiones y heridas por todo el cuerpo requirieron cirugías y necesitó 49 días para recuperarse. Aunque, probablemente, el trauma le acompañe para siempre.