El arresto de un mexicano muy apreciado en la comunidad divide un pueblo pro-Trump

Gran parte de los vecinos de West Frankfort apoyó las nuevas políticas de inmigración. Pero luego arrestaron a Carlos

 

 

La mayor parte de los habitantes del pueblo de West Frankfort apoyó las nuevas políticas de inmigración impuestas por Donald Trump. De hecho, el condado de Franklin, al que pertenece, respaldó la candidatura del republicano con el 70% de sus votos.

Sin embargo, cuando arrestaron a su vecino mexicano, Carlos, todo cambió. Ahora, la localidad está dividida entre los que le quieren de vuelta y los que opinan que todo inmigrante irregular debe respetar la ley. Recientemente,   The New York Times ha hablado con los habitantes de West Frankfort.

Se le conocía como Carlos, pero se llamaba Juan Carlos Hernandez Pachecho, y durante una década ha sido el gerente de La Fiesta, el restaurante mexicano de este pueblo de 8.000 habitantes. Un tiempo durante el cual se ganó el amor y el respeto de sus vecinos, por lo que la mayoría solo puede decir cosas buenas de él. 

El 9 de febrero, la vida que había conocido durante diez años cambió al ser arrestado por los agentes federales de migración. En 2007 le habían impuesto dos condenas por conducir en estado de ebriedad, así que era susceptible de ser deportado.

De acuerdo con sus amigos, Carlos había llegado a Estados Unidos a finales de los noventa y, tiempo atrás, empezó con los trámites para conseguir los papeles. Pero, nunca llegó a finalizarlos. Tampoco nunca se había planteado que migración podría echarle del lugar al que había llamado hogar durante las dos últimas décadas.

 

 

El 9 de febrero, la vida que había conocido durante diez años cambió al ser arrestado por los agentes federales de migración

 

Su historia ha hecho que muchos de los habitantes de West Frankfort miren a la migración desde un punto vista que nunca habían tenido en cuenta. Mientras su abogado, Victor Arana, intenta que lo dejen libre bajo fianza, algunos están manifestando muestras de apoyo.

"Creo que la gente debe hacer las cosas correctamente, seguir las normas y obedecer la ley. Pero en cuanto a Carlos, creo que él ha hecho más por la gente de aquí que lo que este lugar le ha dado. Me parece terrible que lo hayan detenido", dijo la dueña del salón de belleza, Lori's Hair A'Fairs Lori Barron.

"Sabía que era mexicano, pero ha estado aquí durante tanto tiempo que ya es uno de los nuestros", dijo una habitante de West Frankfort, Debra Johnson, quien apuntó que hay una diferencia entre "la gente que viene y se aprovecha del sistema, y la gente que viene y ayuda".

Sin embargo, hay otros a los que la historia de Carlos no les ha hecho cambiar de opinión. "Quizá es un hombre agradable, pero rompió las leyes de nuestro país", escribió un vecino a la dirección de correo istandwithcarlos@gmail.com, que muchos han utilizado para transmitirle su apoyo.

Creo que Carlos ha hecho más por la gente de aquí que lo que este lugar le ha dado

"¡Ningún ciudadano estadounidense está por encima de la ley de EE. UU.! ¡Si un ciudadano no cumple la ley, va a la cárcel o a prisión! ¡Ningún extranjero irregular está por encima de la ley de EE. UU.!", dijo otro en un comentario al periódico local, The Southern Illinoisan, que publicó un reportaje sobre su detención.

Hay otros que, al ser preguntados si la ley se tiene que aplicar de la misma forma para todos los irregulares, se quedan en silencio. Aquel que reina en un mar de contradicciones en el que la razón y el corazón viven en un conflicto constante.

Arana espera que la audiencia, que dictará el destino de Carlos, se celebre muy pronto. Su esposa Elisabeth, que obtuvo la ciudadanía a finales del año pasado, le esperará hasta entonces: "lo que en verdad me preocupa es qué les diré a mis hijos si él no puede quedarse aquí".

[Vía The New York Times]

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