El coronavirus chino resultó ser un híbrido de virus de serpiente y murciélago

Científicos chinos han encontrado los predecesores más cercanos del nuevo coronavirus, se trata de virus de murciélagos y serpientes. Aparentemente, se formó un híbrido en el cuerpo de una serpiente, que adquirió una nueva proteína de superficie y debido a esto pudo infectar células humanas.
 
El coronavirus hizo su aparición en la ciudad de Wuhan, China a mediados de diciembre del año pasado. El virus causa neumonía aguda y es un pariente cercano del virus del SARS, una epidemia que también comenzó en China.
 
La nueva enfermedad ya causó 17 víctimas mortales. También quedó claro que el virus, ya se transmite de persona en persona,  y se registraron nuevos casos de infección fuera de China: Tailandia, Japón y Estados Unidos. Las autoridades chinas han cerrado la ciudad de Wuhan y suspendieron temporalmente el transporte público.
 
Los investigadores creen que la fuente de la infección es el mercado de mariscos de Wuhan, con el que se asociaron los primeros casos. Además de mariscos, en el mercado también se vendían ovejas, conejos y serpientes. Dado que muchos virus anteriores (incluidos el virus del ébola y el del SARS) provenían de murciélagos, los científicos sugirieron que uno de los animales vendidos en el mercado de Wuhan se convirtió en el paso intermedio del coronavirus entre un murciélago y un humano.
 
 
Un análisis de los virus
 
Ahora un grupo de científicos chinos liderados por Xingguang Li de la Universidad de Bioingeniería de Wuhan trató de aclarar el origen del nuevo coronavirus. Para esto, recolectaron cinco genomas secuenciados de 2019-nCoV y los compararon con 271 secuencias de coronavirus ya conocidos de diferentes huéspedes (humanos y animales) de todo el mundo.
 
Después de construir un árbol filogenético de coronavirus, los investigadores descubrieron que los nuevos virus son monofiléticos, es decir, provenían de un ancestro común, que ocurrió hace aproximadamente dos años.
 
Los investigadores también notaron que 2019-nCoV es especialmente diferente de sus parientes en un lugar del genoma; allí, presumiblemente, se produjo una recombinación entre el coronavirus del murciélago y algún otro virus. Esta parte del genoma codifica una glucoproteína de superficie, una proteína con restos de carbohidratos, por la cual el virus se une a un receptor en la superficie de la célula antes de que entre.
 
Para determinar de quién pudo provenir el genoma que adquirió el virus del murciélago, los científicos compararon la frecuencia del uso de codones sinónimos en diferentes coronavirus que infectan marmotas, erizos, pájaros, murciélagos, humanos y otros huéspedes.
 
Como el código genético es redundante, la mayoría de los aminoácidos se pueden codificar de varias maneras y, como regla, el cuerpo tiene un método “preferido”. Según sus “preferencias”, el fragmento alienígena en el genoma 2019-nCoV resultó ser el más cercano a los coronavirus de una serpiente china.
 
La cobra china
Por lo tanto, los científicos chinos presentaron su propia versión del desarrollo de los eventos: los murciélagos infectaron a las serpientes con su coronavirus y los dos virus intercambiaron sitios en su cuerpo.
 
Como resultado, hace unos dos años, surgió el virus híbrido 2019-nCoV, que llegó a las personas en diciembre de 2019. Los investigadores consideran que dos serpientes son los presuntos anfitriones.
 
Esta teoría también está respaldada por el hecho de que ambas son vendidas en el mercado de mariscos de Wuhan.

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