El peculiar caso del último ciudadano de la URSS atrapado en 2017

Acaba de ser liberado tras 26 años de condena, pero la policía lo ha vuelto a detener por ser ciudadano de un país que no existe...

 

 

 

 

 

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En pleno siglo XXI, Vasily Babina es probablemente el único ciudadano oficial de la URSS. Y no se puede decir que esa condición le haya traído demasiada suerte.

Condenado en 1991 por robo, asalto y asesinato, Babina entró en una cárcel rusa a cumplir su condena cuando la URSS estaba agonizando pero aún no había muerto. Tras cumplir 26 años de prisión en Ekaterimburgo, el preso fue liberado pero a los servicios penitenciarios se les presentó un grave dilema: el pasaporte de Babina era soviético.

 

 

Técnicamente, los servicios penitenciarios no pueden dejar salir a la calle a una persona que es ciudadana de un país que ya no existe, así que su caso fue llevado a los tribunales. Y la decisión del tribunal fue clara: Babina es un apátrida así que debía ser detenido, llevado a un centro de inmigrantes y luego ser deportado al país en el que nació.

Por motivos no revelados, el gobierno ruso no quiere que Babina tenga un pasaporte ruso así que deberá ser deportado a Kazajistán en mayo, su país de origen, donde podrá renovar sus documentos obsoletos. Solo en ese momento, Babina podrá volver a pisar la calle y salir del limbo burocrático que supone ser "el último ciudadano soviético".

[Vía The Moscow Times]

 

 

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