"Rusia debe ser excluida de cualquier competición deportiva, incluyendo la Copa del Mundo de fútbol que organiza en el año 2018, ya que no ha pagado su problema con el dopaje". Así de contundente ha sido el mensaje lanzado por los presidentes de las principales 19 agencias antidopaje del mundo, reunidos ayer en Dublín.

En otras palabras: sería el primer Mundial de toda la historia en el que no participa el país que lo organiza.

El comunicado oficial indica que "los funcionarios antidopaje han solicitado la exclusión de los deportistas rusos de todas las competiciones internacionales", basándose en el Informe Mclaren elaborado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el cual hace referencia a un sistema de dopaje institucionalizado en Rusia por el que muchos atletas se quedaron sin competir en Río'16.

Además, esta prohibición sería indefinida hasta que Moscú limpie su sistema de dopaje. Sin embargo, no afectaría a los deportistas que quieran competir de forma neutral –sin bandera rusa- y estén dispuestos a pasar por los controles de dopaje internacionales.

En Rusia pasan del tema hasta que no haya una sanción oficial. El viceprimer ministro Vitaly Mutko cree que las agencias antidopaje solo quieren ensuciar la imagen del deporte ruso. "No presto ninguna atención a esos comunicados, todo se trata de un ataque al deporte ruso con el objetivo de desacreditarlo”, dijo Mutko en la agencia RIA Novosti.

"El deporte ruso es uno de los más limpios del mundo; 2016 lo confirma, porque la agencia antidopaje del Reino Unido, UKAD, que trabajó en Rusia, planificó la recogida de muestras, eligió a los deportistas, hizo las pruebas… ¿y qué tuvimos como resultado de 2016? 26 violaciones, de las cuales 21 son por uso de meldonio y las restantes cinco, violaciones de las reglas", añadió.

A pesar de que los rusos defienden su inocencia, cada vez tiene más complicado disputar el Mundial. Aunque podrían ser suspendidos en otras competiciones, las agencias antidopaje saben que el Mundial de fútbol es el gran escaparate y la oportunidad perfecta para crear un precedente.

Especial gana de sancionar a Rusia tiene el presidente de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, Travis Tygart (el mismo que condenó al ciclista Lance Armstrong), que exige que el castigo se aplique lo antes posible. Una rivalidad casi de otra época en el siglo XXI.