Esta es la turbia procedencia del oro que forma los circuitos de tu móvil

Oro Colombia

Seguro que te suenan los diamantes de sangre de Sierra Leona o la guerra del coltán del Congo, pero quizá no sepas que África no es el único territorio explotado sin cesar en nombre de la globalización.

En Perú, Venezuela o Colombia no dejan de surgir extracciones de oro ilícitas. Oro que acaba luego convertido en alianzas o que configura los minúsculos circuitos del interior de nuestros móviles. Esas pequeñas pepitas de oro son las conocidas como "oro de sangre", el nuevo abuso sobre algunos de los países más pobres del mundo.

 

 

En concreto en Colombia, las extracciones ilegales se encuentran en lo profundo de la selva, donde miles de pequeñas explotaciones mineras se encuentran bajo control de las guerrillas o los traficantes de drogas.

Según un reportaje de Bloomberg, en ellas los mineros se pasan largas jornadas tratando de extraer oro de la tierra. Y su trabajo da muchos frutos: se calcula que cerca del 85% de las 59 toneladas de oro extraídas en el país latinoamericano provienen de operaciones sin licencias, de acuerdo a Santiago Ángel, jefe de la Asociación Minera de Colombia.

 

Se calcula que cerca del 85% de las 59 toneladas de oro extraídas en el país latinoamericano provienen de operaciones sin licencias

 

 

Situadas en lugares como Timbiquí o Río Quito, el oro extraído de las minas se transporta por barco, camiones o vía aérea hasta las fundiciones de Cali o Medellín. Las operaciones van desde minas a gran escala equipadas con grandes maquinarias, hasta mineros solitarios que tamizan pepitas en los ríos que recorren la selva.

 

 

A partir de ahí, las refinerías de oro internacionales, con certificados de buenas prácticas comerciales, compran ese oro que acaba siendo suministrado a empresas grandes y pequeñas de EEUU.

En algunas ocasiones, ese oro se filtra a través del sistema y puede acabar en empresas como Apple o General Motors que presumen de realizar auditorías independientes a sus cadenas de suministro.

 

En algunas ocasiones, ese oro se filtra a través del sistema y puede acabar en empresas como Apple o General Motors que presumen de realizar auditorías independientes a sus cadenas de suministro

 

Según la policía colombianael negocio del oro ilegal alcanza tal magnitud que incluso supera ya al de la cocaína como principal fuente de ingresos para grupos criminales. La lucha contra los grupos armados colombianos por los ricos depósitos de oro ha forzado a miles de personas a huir de sus hogares contribuyendo a la cifra de 6 millones de personas desplazadas internamente en el país.

 

 

A pesar de que grandes refinerías de oro estadounidenses aseguran que el oro que compran en Colombia es legal, comparando las estadísticas de compra y producción salta a la vista que las cifras no concuerdan. De acuerdo a Quinn Kepes, director de una organización de trabajo justo en EEUU, el balance entre lo producido legalmente y la cantidad comprada evidencia que es imposible que todo ese oro sea legal.

 

El balance entre el oro producido legalmente y la cantidad comprada evidencia que es imposible que todo ese producto sea legal

 

Para los usuarios finales, el problema es evidente: no hay manera de saber si el oro que adquieres fue extraído ilegalmente o no. Pero cuando se trata de aparatos tecnológicos hay una empresa que destaca en el consumo de materiales éticos y con garantías de no estar manchados de sangre.

 

 

La compañía de móviles Fairphone es la única del mercado que presume de vender terminales hechos con materiales certificados. El oro de sus circuitos goza de la protección de la garantía Fairtrade.

No podemos decir lo mismo de los demás teléfonos del mercado, porque aunque no lleven 'oro de sangre' es posible que sí lleven baterías que incorporen grafito o cobalto extraídos durante jornadas de trabajo en condiciones lamentables en China. O circuitos de coltán en minas esclavistas en África.

Regresar al blog