Encontraron que no era un asteroide, sino dos, orbitando entre sí a una distancia de 100 kilómetros. Detrás dejaban un halo brillante, producían una sola cola alargada de polvo que es la principal característica de los... cometas. El llamado asteroide 288P es el primero clasificado también como cometa.

"Detectamos indicaciones fuertes de la sublimación del hielo de agua debido al aumento del calor del Sol, similar a cuando se crea la cola de un cometa", explica Jessica Agarwal, autora principal de la investigación publicada en Nature.

El equipo de astrónomos de la Agencia Espacia Europea, responsable de las observaciones con el telescopio Hubble, subraya que hay otras cosas extrañas. Por ejemplo, los dos componentes de asteroide binario poseen aproximadamente el mismo tamaño y peso. Algo inusual. Que exista una separación tan ancha entre ellos también convierte su órbita en excéntrica.

Sospechan que antes era un solo objeto pero que comenzó a girar tan rápido que se dividió. Debió de partirse hace unos 5.000 años. Su interés, más allá de su peculiaridad en el Sistema Solar y de la línea borrosa que separa a los asteroides de los cometas-, radica en que estos cuerpos podrían explicar cómo llegó el agua a la Tierra. Los cometas, y él se disfraza de uno, pudieron traerla hace miles de millones de años.