Familiares de militares no se sienten seguros en Culiacán y se van de ahí; los tomaron de rehenes y no quieren que se repita

Trascendió que uno de los amagos para que el gobierno decidiera dejar en libertad a Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, fue que los sicarios del Cártel de Sinaloa tomaron la unidad habitacional donde viven los familiares de los militares. 140 familias viven en esta unidad habitacional y varias de esas familias fueron tomados como rehenes. Según versiones, el día jueves 17 de octubre, día que los narcotraficantes tomaron Culiacán, utilizaron de rehenes a los familiares de los militares.

 

Los ataron a una pipa de gasolina y amenazaron con hacerla explotar si no dejaban libre a Ovidio Guzmán. Después de ese terrible trance, y al haber sobrevivido gracias a que se liberó al narcotraficante, 60 de las 140 familias que habitan en esa unidad habitacional tomaron la decisión de abandonar ese lugar.

El miedo de volver a ser rehén de los narcotraficantes es muy grande. Y eso que en las últimas horas llegaron 850 elementos del Ejército bien armados para resguardar la ciudad y para hacer guardias en el recinto habitacional. Pero aun así se van a otro sitio y se comprende el temor. Ya la libraron una vez y tentarle dos veces a la suerte, como que no sería prudente.

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