Fracasa la primera misión privada que buscaba llegar a la Luna

Estuvimos a punto de ver el primer alunizaje de una empresa privada, pero algo falló.

 

 

Todo el mundo científico-espacial estaba vuelto loco hoy, 11 de abril, por el primer lanzamiento a la Luna del robot Beresheet, de la compañía israelí SpaceIL. El revuelo se debía a que, si todo salía bien, SpaceIL se convertiría en la primera empresa privada en alunizar. También lograría que Israel tendría el honor de ser la cuarta nación en la historia de la humanidad que conseguía un alunizaje.

Lamentablemente, la nave israelí no logró completar el aterrizaje durante su descenso final a la superficie de la Luna. Cuando encendió su motor principal para aterrizar a Beresheet en el suelo lunar, se produjo algún tipo de falla desconocida que provocó que el motor se apagara. El equipo de la misión logró volver a encender el motor, pero no pudo recuperar la comunicación con la nave, lo que se interpretó por los expertos como que el vehículo se había estrellado contra la superficie lunar.

Antes de perder contacto con Beresheet logró mandar una última imagen:

 

Así lo explicó el jefe de la misión, Opher Doron, resaltando los logros de la misión:

“Tuvimos una falla en la nave. Lamentablemente no hemos logrado aterrizar con éxito. Somos el séptimo país en orbitar la Luna y el cuarto en llegar a la superficie de la Luna. Es un gran logro. Bueno, no lo logramos, pero lo intentamos.”

El robot que intentó aterrizar en la Luna se llamaba Beresheet, tenía 4 patas y se usaría para inspeccionar la Luna. Space IL había desarrollado a Beresheet durante la extinta competencia Google Lunar X Prize, un concurso organizado por Google para enviar el primer vehículo privado a la Luna. La competencia terminó sin un ganador cuando ninguno de los equipos logró cumplir con la meta de lanzar un vehículo a la Luna en la fecha límite del 31 de marzo de 2018.

SpaceIL necesitó 90 millones de dólares para desarrollar Beresheet, y sólo 2 millones de ese presupuesto provinieron del gobierno israelí. El resto del proyecto fue financiado por dos grandes inversores: Morris Kahn, un millonario israelí de origen Sudáfrica, y la Fundación Adelson Family, una organización de beneficencia con sede en Los Ángeles que apoya con recursos a Israel.

Hasta ahora, solo tres países han aterrizado en la Luna: Estados Unidos, Rusia y China, y todos esos vehículos fueron supervisados ​​y financiados por agencias gubernamentales. La empresa israelí anunció que volverán a intentar alunizar en un futuro, pero para ello tendrán que conseguir nuevos fondos.

 

 

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