Han muerto 51 petroleros de Salina Cruz por Covid-19; refinería es foco rojo

Han fallecido al menos 51 petroleros en el Istmo de Tehuantepec, según el recuento de los trabajadores. De los 51 muertos, 32 eran trabajadores activos y 19 jubilados, aseguran.

EL UNIVERSAL
JUCHITAN, OAXACA.- / 2020-08-12

 
'Guillermo', cuya identidad real es reservada, ingresó a la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) hace poco más de 15 años y empezó a trabajar como camillero en el hospital que la petrolera tiene en Salina Cruz, primero como transitorio y después obtuvo la plaza.

En 2016, fue asignado como operador de ambulancias para trasladar pacientes de la clínica de Juchitán al hospital del puerto petrolero, y trabajó en dicha ruta hasta que se contagió de coronavirus, luego de que llevó a un paciente enfermo.

'Guillermo' murió hace dos meses, a los 38 años. Sus compañeros lo recuerdan como una persona alegre, que disfrutaba las fiestas que organizaba el sindicato petrolero, como las tradicionales Velas.

El año pasado fue electo como delegado sindical de los Servicios Médicos de la clínica Pemex de Juchitán. Confiaba a sus cercanos que buscaba una permuta para regresar a su tierra, Salina Cruz, tras cuatro años de laborar en esta ciudad zapoteca.

Como 'Guillermo', han fallecido al menos 51 petroleros en el Istmo de Tehuantepec, según el recuento de los trabajadores. De los 51 muertos, 32 eran trabajadores activos y 19 jubilados, aseguran.

Hasta el 4 de agosto se contabilizaban mil 17 muertes por la enfermedad derivada de un nuevo tipo de coronavirus: 262 activos, 429 jubilados, 320 familiares y seis externos, “pese a la estrategia de prevención para contener los contagios entre los trabajadores”.

La petrolera añade que hay 579 personas aisladas en sus domicilios, 130 hospitalizadas en pabellones y 34 en terapia intensiva.

Aunque en distintas ocasiones, Pemex ha reconocido la disciplina de sus trabajadores y de su personal médico, los empleados han mostrado su preocupación, porque en diversas áreas donde laboran se han convertido en focos de contagios, principalmente en la refinería Antonio Dovalí Jaime, donde varios departamentos, como Soldadura, Mecánica e Instrumentos han suspendido labores.

Desde que comenzó la emergencia sanitaria la refinería de Salina Cruz no ha frenado sus operaciones, pese a que en algunas áreas los obreros se han declarado en una especie de paro de brazos caídos, pidiendo la intervención de sus dirigentes sindicales encabezados, por Artemio de Jesús Enríquez, secretario general de la Sección 38, para subsanar la falta de tareas de desinfección en todos los talleres y departamentos de trabajo.

Petroleros de Asunción Ixtaltepec, El Espinal, Unión Hidalgo y Juchitán expresan, bajo anonimato, que los puntos de contagio se concentran en la refinería.

Desde hace un mes y medio, dicen, Pemex suspendió el contrato que tenía con una compañía que realizaba las tareas de desinfección en los talleres. Consultada por EL UNIVERSAL respecto a la rescisión del contrato, el área de Comunicación dijo no disponer de dicha información.

Ante el riesgo que representa suspender sus labores ante la pandemia, pues son consideradas esenciales, los petroleros piden que Pemex reconfigure las jornadas laborales para que se eviten aglomeraciones.

Por ejemplo, explican, si en el taller de soldadura laboran 100 personas, proponen dividir el número de trabajadores por día, así como la constancia en las tareas de limpieza.

De acuerdo con los trabajadores, desde que la compañía de limpieza dejó de desinfectar las áreas de la refinería, la Sección 38 del sindicato compra los insumos para que los mismos obreros saniticen sus áreas: “Tenemos que hacerlo porque así nos protegemos”, señalan entre la preocupación por los contagios y muertes. La refinería declinó dar una postura al respecto.

A nivel regional, hasta el momento la Jurisdicción Sanitaria del Istmo de Tehuantepec ha reportado mil 186 contagios por Covid-19, y 184 defunciones relacionadas a esta enfermedad; a nivel estatal van 11 mil 759 contagios acumulados, y mil 67 muertes.

Hace una semana, EL UNIVERSAL dio a conocer que al ser una ciudad portuaria, Salina Cruz se ve imposibilitada para un cierre total del comercio. Al ser el puerto que alberga la refinería Antonio Dovalí Jaime, donde arriban los buques que cargan el crudo o sus derivados, y ser sede de la Zona Naval Militar 12, cerrar al 100% las actividades comerciales como otros municipios vecinos del Istmo, resulta “imposible”.

En esto coinciden autoridades municipales y representantes del sector privado. Sin embargo, el alcalde Juan Carlos Atecas Altamirano advirtió que si la situación se complica, "nos veremos obligados a cerrar, pero esperamos que no lleguemos a adoptar esas medidas drásticas”.

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