Jesús Palmeros, símbolo de voluntad

*Contra discapacidades auditivas y del habla, inicia Fisioterapia en la Universidad de Sotavento AC
*Su madre, la señora Lilí Jiménez, le traduce en lenguaje de señas las clases de sus maestros

Coatzacoalcos, Ver.- Contra sus discapacidades auditivas y del habla, Jesús Enrique Palmeros Jiménez asumió el reto de iniciar en agosto pasado la licenciatura en Fisioterapia en la Universidad de Sotavento AC.
“Cuándo tenía diez días de nacido presentó un cuadro de infección bastante severo y el pediatra le suministró un medicamento tóxico” que le dañó sus sentidos, expresa la señora Lilí Jiménez López, madre de Jesús. 
En su nuevo desafío, Jesús Enrique es acompañado por su madre, la señora Lilí Jiménez López, quien tiene más de dos meses asistiéndolo en el salón de clases para traducirle en el lenguaje de señas los temas que imparten los maestros.
“Primero quería estudiar Educación Física porque le gustan los deportes, pero a raíz que tuvo una lesión en su rodilla, cambió de opinión y dijo ´yo quiero estudiar fisioterapia porque quiero ayudar a esas personas que se presentan lesiones por el deporte o equis circunstancia´”.
Para Jesús Enrique Palmeros, de 18 años de edad, no fue fácil entablar comunicación con sus excompañeros de primaria, secundaria y bachillerato. 
“Siento que para toda persona con alguna discapacidad que quiere tener conocimientos académicos es complicado”, comenta Lilí Jiménez, “porque nosotros aprendemos por el oído y a hablar porque escuchamos o por imitación, y esta situación de Jesús nos ha costado trabajo”.
“SE DESEMPEÑA MUY BIEN”
La académica María del Rosario Álvarez Hernández, quien le imparte la materia Metodología de la Investigación a Jesús Palmeros destacó la actitud y el coeficiente intelectual del estudiante.
“Fue algo difícil para nosotros los docentes entendernos con él, pero últimamente notamos que tiene un gran a poyo por parte de su mamá y cuando se queda sólo, sin su mamá, se comporta bien y trata de entender lo mejor posible. 
“Apenas evalué el primer parcial de una materia que se trabaja con mucha investigación. Cuenta con el apoyo de sus compañeros y por parte de él veo que se desempeña muy bien”, comentó la docente.
“NO QUIERO QUE LE REGALEN NADA”
En el grupo de primer semestre de Fisioterapia de la Universidad de Sotavento, los alumnos observan a Jesús Palmeros como símbolo de gran voluntad, superación y la oportunidad de aprender el lenguaje de señas.
“Siento que simboliza mucha voluntad, esfuerzo y dedicación ya que, aunque es un problema el no escuchar o el ser sordo, eso no impide que pueda estudiar y cumplir sus metas”, expresó Guillermo Lugardo Amarillas, su compañero de clases. 
Jesús Palmeros Jiménez es visualizado a futuro por su madre, la señora Lilí Jiménez, como un profesional de la Fisioterapia con méritos propios, al que nadie le regaló nada.
“Lo visualizamos independiente. No se pueden formar profesionales a media y eso no es lo que quiero, que aprenda a medias y le estén regalando las cosas.  Que se dé cuenta que todo esto cuesta: económicamente, sacrificios, esfuerzos que él debe hacer para poder ser un buen profesional”, destacó.
“TIENE NOVIA OYENTE”
               Jesús Palmeros, quien también practica el atletismo con buenos resultados, lleva una vida mejor que la de un oyente, según cuenta su mamá.
              “Tiene una novia oyente, una muchacha inteligente, luchona, activa y con sed de aprender. Primero fueron amigos y en la etapa de la amistad ella aprendió, él le enseño, ella por su parte también, y yo me di la tarea de enseñarle algunas unas cosas y se comunican por medio de señas”, puntualizó.
La Universidad de Sotavento AC concedió permiso a la señora Lilí Jiménez para que asista a clases hasta que Jesús Palmeros logre comunicarse al cien por ciento con sus compañeros y académicos.

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