La polémica medicación para el acné que lleva décadas relacionándose con el suicidio

¿Está este conocido medicamento para el acné llevando a jóvenes a la depresión y el suicidio?

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Crédito imagen Wellcome Library.

No fue hasta que a los 16 años le prescribieron el uso de Roaccutane para tratar su acné que Luke Reeves empezó a mostrar síntomas de depresión. El Roaccutane, o Accutane, es una medicación compuesta de isotretinoína que se receta a personas jóvenes con problemas de acné. A medida que su piel mejoraba, su salud mental iba decayendo hasta que, finalmente, 5 años después de empezar a tomar la medicación Luke tomó el pasado mes la decisión de quitarse la vida con solo 21 años.

"Necesitaba más apoyo. Queremos que los padres sepan lo peligrosas que pueden ser estas medicaciones. Queremos que investiguen esto", dijo Robert Reeves, el padre de Luke, a The Times.

Lo cierto es que la conexión no es, ni mucho menos, nueva. Un estudio del año 2005 ya indicaba la relación entre la isotretinoína y el suicidio, y en este post del año 2007 de Suicide.org titulado "Nunca uses Accutane, podría matarte", Kevin Caruso, dedica este detallado artículo sobre los riesgos de la medicación.

 

 

"Hay muchos motivos por los cuales ni tú ni tus seres queridos deberíais usar Accutane, pero la más importante de todas es esta: podría hacer que mueras de suicidio. Así que no uses Accutane bajo ninguna circunstancia ni dejes a nadie querido hacerlo, punto", escribía Caruso en su artículo de hace una década.

Pero la cosa viene de todavía más lejos. En 1983 Public Citizen, una ONG ya pidió a la FDA que obligase a los fabricantes a indicar el elevado riesgo de estos efectos secundarios, y en 1988 la misma organización pidió la prohibición de la medicación. En 1990 la FDA ya había registrado entre 11.000 y 13.000 abortos y entre 900 y 1.100 deformidades de nacimiento relacionadas con la isotretinoína, y para 2005 había reportado 190 suicidios vinculados con la isotretinoína.

"Me enviaron a un dermatólogo que me prescribió Roaccutane como último recurso. No era consciente de que podía causar depresión porque el dermatólogo nunca me lo dijo", explica en esta pieza de Dazed Lana, una paciente de 22 años a la que le recetaron Roaccutane para tratar un acné severo en el rostro y la espalda. "Estaba muy triste y con la peor autoestima que he tenido. Llegó un punto en el que iba por ahí con una capucha tapándome la cara para esconderme de todo el mundo en mi instituto".

 

 

En otros casos, el Roaccutane ha causado daños psicológicos a largo plazo. Mientras estaba tratando su acné, Beth, de 26 años, y que reconoce, también en Dazed, que ya había tenido pensamientos suicidas previos a la medicación, tuvo que ser puesta en un programa de vigilancia intensiva para evitar que se suicidara.

"El Roaccutane me destruyó", asegura a Dazed Alex, de 19 años, que tuvo que pasar por depresión, paranoia y ansiedad para, finalmente, al acabar con el tratamiento, volver a sufrir acné. "Como a Lana, nadie me habló de la posibilidad de que el Roaccutane causase depresión antes de prescribirme el medicamento".

Aunque no todos los testimonios plantean un escenario tan sombrío. Sue Ibrahim, enfermera en una consulta de dermatología en Essex, Londres, en sus 30 años de experiencia nunca ha tratado a alguien que haya sufrido de depresión mientras duró su tratamiento de Roaccutane.

 

 

"Durante los últimos años algunos pacientes han sido reticentes a usar Roaccutane porque ha tenido mala publicidad. Pero hay investigaciones que demuestran que no hay una relación real entre el Roaccutane y el riesgo de suicidio", dice en el mismo reportaje de Dazed. "Cuando estás lidiando con gente con cualquier tipo de enfermedad de la piel, el mismo factor de sufrir esa enfermedad puede significar que sufran depresión, ansiedad social y que a veces no relacionamos con lo mal que está en ese momento su piel".

La crisis de opiáceos en EE.UU.las tendencias suicidas que producen los antidepresivos y el caso del Roaccutane son solo algunos de los miles de indicativos de que, en muchos casos, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

Hasta donde llega la ciencia a día de hoy, las medicinas, como drogas que son, no pueden existir sin daños colaterales, por lo que no nos queda más remedio que usarlas con la mayor cautela posible y solo en los casos que es estríctamente necesario. ¿Sabiendo que la isotretinoína puede producir depresión y empujar al suicidio, no sería más responsable, como mínimo no recetársela a personas con predisposición a padecer trastornos mentales?

[  Vía Dazed]

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