¿Alguna vez habéis conocido a una de esas personas que son MUY graciosas, peo sin querer? Como payasa oficial en cualquier tipo de reunión social o familiar, sé perfectamente distinguir cuando alguien está siendo deliberadamente divertido, es algo para lo que uno se entrena y a lo que se hace un poco adicto, las risas de los demás nos dan un subidón que ni un vodka con codeína.

 

Por eso resulta tan fascinante observar a esas personas que están constantemente haciendo mucha gracia a los demás sin ser en absoluto conscientes de esta capacidad o, al menos, sin tener control sobre ella.

 

Pues bien, esa es exactamente la misma fascinación que siento cuando veo animales siendo muy divertidos sin tener ni idea. Cuando de repente adoptan un gesto en el que te puedes ver sentir reflejado, cuando los miras viendo en ellos poses “muy de persona”, cuando una foto de vida salvaje se convierte, sin premeditación, en un chiste con patas.

 

 

 

De esto van los Comedy Wildlife Photography Awards, de encontrar las fotografías de animales más divertidas del año. Bueno, de eso y de crear conciencia sobre la conservación de las especies. Porque sí, aunque muchos se empeñen en negarlo, con el humor también se crea conciencia.

 

Estas son algunas las fotos finalistas de 2017, y no vas a poder parar de asentir pensando “si es que son como nosotros”.

1) Cuando tienes más prisa que educación y le dices al tipo que en la cola del súper te pregunta si le dejas pasar delante, que solo lleva una cosa, que se espere como todo el mundo.

2) Cuando quedas con tu amigo en el concierto porque "seguro que allí os encontráis" y te das cuenta de que os habéis flipado bastante.

 

3) Cuando uno de tus colegas intenta innovar con su look y en vez de mostrarle apoyo como grupo aprovecháis cada mínima oportunidad para reíros de sus pintas porque la amistad es cruel.

 

4) Cuando te ligas a un guiri y vais a echar un polvo a una zona oscura de la playa y la máquina que limpia la arena os pilla de pleno.

 

5) Cuando llevas 3 años alimentándote de pizza y donuts y te gusta mirar a tu sombra para recordar cuando eras delgado.

 

6) Cuando te pasas media vida diciendo lo gilipollas que es Bunbury pero no puedes evitar vibrarla muchísimo cuando ponen Entre dos tierras en el bar.

 

7) Cuando se te escapa un bostezo mientras tu mejor amiga te cuenta sus miserias porque en realidad solo estás esperando a que acabe para contarle tú tu mierda.

 

8) Cuando el parkour es tu vida aunque todos los demás sabemos que hace casi 10 años que aquello dejo de molar.

 

9) Cuando tus ansias de venganza te hacen perder la decencia, la dignidad e incluso la higiene personal.

 

10) Cuando vas de alternativo pero estudiar en un cole de monjas te marcó para siempre.

 

11) Cuando intentas no caer en la tentación de saltarte la dieta haciéndote ensaladas tamaño palangana pero el hambre te está desquiciando totalmente.

 

12) Cuando tu mejor amigo de toda la vida de repente parece estar tirándote los tejos y tú sientes más horror que cuando en el instituto te pillaron fumando y llamaron a tus padres para contárselo.

 

13) Cuando alcanzas la madurez suficiente para decir que no a ese chupito de tequila que sabes que potencialmente destrozará tu vida.

 

14) Cuando le dices al camarero del bar que quieres algo vegetariano y te ofrece pollo.

 

15) Cuando tus amigos te dan la espalda porque es la cuarta vez esta semana que te pasas más de 10 minutos riéndote de un chiste tuyo que no le ha hecho gracia a nadie excepto a ti.

 

Si quieres ver el resto de finalistas de este año que no han sido incluídas en el artículo, puedes verlas aquí.

Y si todavía tienes ganas de más, estas son las fotos finalistas del año pasado.