Los habitantes de Fukushima tienen un nuevo problema: jabalíes radioactivos

"No está nada claro quién manda ahora en la ciudad ahora mismo, si las personas o los jabalíes"  

 

 

Los niveles de radioactividad las poblaciones próximas a Fukushima ha comenzado a descender y sus habitantes poco a poco están tratando de regresar a sus hogares, pero se han topado con un inesperado problema: los jabalíes han invadido las ciudades.

 
 
 
Jabalíes radioactivos: no es ciencia ficción, es una tragedia.
 
 
 
 
 

 

Al quedarse desiertas, los jabalíes encontraron en las ciudades unos fantásticos resorts en los que instalarse, y no tienen ningún miedo en atacar a los humanos para defender su territorio. Pero hay más: no solo es que los jabalíes de la zona se hayan puesto bastante macarras, además de eso llevan todo este tiempo comiendo alimentos radioactivos. Sí, los jabalíes violentos son también altamente radioactivos, y las autoridades los han calificado como "un peligro para la salud pública".

 

 

 

 

"No está nada claro quién manda ahora en la ciudad ahora mismo, si las personas o los jabalíes" dij oel alcalde de una de estas localidades, Tamotsu Baba, a Reuters. "Lo que sí sé es que si no nos libramos de ellos y hacemos que los humanos vueltan a gobernar esta ciudad, vamos a estar viviendo muy precariamente y la situación puede hacer que el pueblo termine por ser inhabitable".

Los jabalíes han hecho honra a su fama de animales duros. Según han podido comprobar, todos estos años de comida radioactiva no han afectado a su salud, al menos, de momento. De hecho, no solo es que no hayan enfermado, sino que su población está más fuerte que nunca. Desde el accidente en a planta nuclear han pasado de ser 3.000 a 13.000 ejemplares en solo tres años.

 

 

Ciudades como Namie, a cuatro kilómetros de la central nuclear, los niveles de radiación ya han vuelto a la normalidad y los habitantes están regresando a sus casas. Para ello han tenido que contratar cazadores profesionales para librarse de los jabalíes. No hay forma de recolocar a estos animales y tampoco son aptos para convertirse en un asado por la más que posible contaminación radioactiva de su carne, así que lo único que se puede hacer es matarlos y eliminar los cadáveres.

En Namie ya han exterminado 300 ejemplares, y todo indica que su trabajo no va a terminar hasta dentro de muchos meses. De momento, solo la mitad de los habitantes de Namie ha decidido regresar a sus hogares.

 

[Vía Reuters]

 

Regresar al blog