Nueva York ofrecerá comida gratis a todos los estudiantes de las escuelas públicas

“Tuve que escoger entre amigos o comida” 

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Hoy empieza el curso escolar en Estados Unidos con muy buenas noticias: la ciudad de Nueva York se suma a Boston, Detroit y Dallas en su iniciativa de ofrecer comidas gratuitas para 1.1 millón de estudiantes con el programa SchoolFood. Ningún niño más que acuda a la escuela hambriento.

“La vasta mayoría de los estudiantes de las escuelas públicas en la Ciudad de Nueva York son pobres”, decía el New York Times, informando de esta nueva medida anunciada ayer.

 

El departamento de educación de la ciudad así la justificaba: “Para tantos y tantos estudiantes, la escuela es el único lugar donde pueden tener acceso a una comida nutritiva”, dijo la miembro del ayuntamiento Linda B. Rosenthal. “Dar una comida gratis asegurará que los cuerpos estén alimentados para que los cerebros estén nutridos”.

Este es un paso más para que noticias escalofriantes como la del pasado abril, que recorrió el país de lado a lado, no vuelvan a ocurrir: una escuela sellaba los brazos de los estudiantes cuyos padres no habían pagado el recibo de la cantina. Eso destapó, además, el drama que viven a diario estos estudiantes que no pueden comer por cuestiones económicas porque pasan hambre y porque sus compañeros se ríen de ellos.

Eso tuvo que vivir el regidor Ben Kallos: “Tuve que escoger entre amigos o comida”. Él intentaba esconder que su menú diario estaba subsidiado por el estado dejando de comer. “Espero que ningún niño tenga que tomar las malas decisiones que yo tomé”.

Por su lado, la regidora de las escuelas Carmen Fariña lo dijo muy claro: “Esto se trata de equidad. Todas las comunidades importan”. Según los datos del mismo periódico, llegará a 200 mil estudiantes y sus familias se ahorrarán 300 dólares anuales.

Y explicaba que la situación es difícil para las familias y los niños: “El año pasado el 75% de los estudiantes eran aptos para ser elegidos para recibir comidas gratis o con descuento según las directrices federales. Pero muchos de ellos no los han recibido y con frecuencia es porque los padres son negligentes a la hora de rellenar el papeleo”.

 

[Vía The New York Times]

 
 

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