Ola de solidaridad para ayudar a un jugador a despedirse de su madre

Ciudad de Murcia & Hamed

El Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia, lo sabemos, no es un club cualquiera. La entidad y su masa social lo han vuelto a demostrar desde que han sabido que uno de sus jugadores recibió hace unos dos semanas una triste llamada desde Costa de Marfil 

La madre de Hamed está muy enferma, y quiere despedirse de su hijo.

La otra mala noticia es que Hamed no tiene dinero suficiente como para pagarse el viaje hasta el país africano. La buena noticia de esta historia es que en cuanto el club supo de su situación, comenzó la ola de solidaridad con el chico de 18 años.

La taquilla de los dos últimos partidos de pretemporada del Ciudad va destinada a costearle el billete de avión a Hamed. También existe una fila cero y una hucha solidaria que se está pasando durante los partidos. La afición del club de accionariado popular se ha volcado para conseguir los alrededor de 2.000 euros que calculan necesarios para que Hamed vuele hasta su madre. Anoche, antes de contar la taquilla del segundo partido, ya tenían el 60% del objetivo.

 

 

Pero, ¿cuál es exactamente la historia de Hamed? Una dura, sin duda.

 

 

La historia de Hamed Sako en España comenzó cuando, hace unos cuatro años y todavía en su país, su padre murióEntonces él, con 14, decidió abandonar Costa de Marfil para labrarse un futuro.

Solo, cruzó media África hasta llegar a Casablanca, en Marruecos. No lo pasó bien en el país magrebí, pues tuvo que vivir en la calle durante casi dos años, recibiendo además un trato bastante racista. Su suerte pareció cambiar cuando un imam, tocado por su situación, consiguió pagarle el trayecto -en patera- hasta Canarias.

El viaje por el Atlántico duró tres días y algunos de los compañeros de Hamed fallecieron en el intento. Cuando llegó a Canarias, acabó siendo trasladado a un centro de menores tutelado de Murcia. Fue ahí cuando entró a formar parte del Ciudad de Murcia como futbolista, aunque el club no podía tramitarle la ficha hasta que el marfileño fuera mayor de edad. El siguiente contratiempo llegó precisamente cuando cumplió 18 años. Ese mismo día, desde el centro de menores llevaron a Hamed a la puerta de un local de Cáritas.

No fue un buen cambio. A Hamed, Cáritas le metió en una casa compartida con -según el presidente del Ciudad de Murcia José Francisco Navarro- poco "menos que delincuentes". Le robaron el móvil y la ropa.El club murciano consiguió que le encontrasen otro piso.

Ahora "apadrinado" por el excapitán y director deportivo Pepe Rabadán, Hamed compagina sus estudios de cocina con su juego en el estadio José Barnés, donde, ahora más que nunca, es uno de los más queridos de la afición.

 

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