La mayoría de los circos se especializan en espectáculos con animales los cuales son entrenados a veces de una manera adecuada, pero otras veces de manera cruel e inhumana. Sin embargo, a pesar de que el domador los entrene “bien”, los animales responden a su lado salvaje defendiéndose del látigo del domador. En un circo de Olónets, Rusia la función de aquel día terminó en tragedia ya que, en el momento del espectáculo con un oso, el animal de grandes dimensiones mordió brutalmente el brazo de su domador enfrente de niños y adultos.

En la grabación se observa como el oso, que va empujando una carretilla, de un momento a otro, se abalanza sobre el brazo de su dominador, ante el asombro de todos los espectadores. Un ayudante del circo corre a patear al oso esperando que el mamífero soltara a su compañero, los espectadores al ver tal ataque huyeron del lugar pues el oso se pudo ir de igual manera en su contra, al final el hombre que patea al oso le da una descarga eléctrica dejando paralizado al animal.

El vídeo con una duración de apenas veinte segundos es una muestra más sobre el porqué no se debe encerrar a los animales en una jaula, pues el hábitat de un oso no es un circo plagado de luces gritos y aplausos que alteran a un animal tan peligroso como lo es un oso de bosque.