¿Qué relación hay entre el trastorno bipolar, la esquizofrenia y la evolución del cerebro?


 
 

Un estudio sugiere que, mientras evolucionábamos, las modificaciones del cerebro humano pudieron haber conducido al desarrollo del trastorno bipolar y la esquizofrenia.

Un grupo de científicos opina que ciertas enfermedades mentales podrían ser un efecto colateral de la celeridad con que nuestros cerebros se expandieron y desarrollaron a lo largo de los últimos cientos de miles de años.

De igual manera, ciertos problemas de cintura, rodillas y pies podrían deberse a que nuestros cuerpos cambiaron rápidamente a la bipedestación

Estudios anteriores han vinculado el riesgo de desarrollar trastorno bipolar y esquizofrenia con un gen que interviene en el transporte cerebral del calcio, un elemento importante para la actividad neuronal. No obstante, aún se desconoce si esa mutación puede precipitar dichos trastornos neuropsiquiátricos, escriben los autores en el artículo publicado en la revista American Journal of Human Genetics.

Los investigadores buscaron lo que se conoce como “repeticiones en tándem”, las cuales afectan la expresión del gen que determina cómo se transporta el calcio. Las repeticiones en tándem son segmentos de ADN repetidos que pueden encontrarse dentro o fuera de una secuencia de codificación genética, y se cree que pueden activar o desactivar la expresión del gen, cambiando la manera como funcionan nuestros cerebros en el nivel individual.

“En otras palabras, [el riesgo de desarrollar una enfermedad mental] puede depender menos de los genes que tienes y más de la frecuencia con que son activados y desactivados”, explicó a Newsweek el Dr. Derek Tracy, de Royal College of Psychiatrists, quien no intervino en la investigación.

Para probar su hipótesis de que las enfermedades neurológicas pueden estar causadas por cambios evolutivos recientes en los genes que determinan el tamaño de nuestros cerebros, así como en su conectividad y en su función, el equipo estudió 181 líneas celulares humanas y muestras de tejido cerebral donadas a la ciencia por individuos fallecidos.

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Los investigadores encontraron que, pese a los esfuerzos para hacer un mapa del genoma humano, todavía hay secuencias que se han pasado por alto, informó a Newsweek el Dr. David Kingsley, profesor de biología del desarrollo en la Universidad de Stanford.

“Los grupos de repeticiones de ADN que describimos en el artículo son grandes, específicos de los humanos, y varían frecuentemente entre individuos”.

“Además, observamos que las diferentes versiones de la secuencia tenían distintos efectos si hacíamos las pruebas con células humanas cultivadas. Esto sugiere que las diferentes versiones podrían ser los cambios causales de ADN que influyen en las modificaciones de función y en el riesgo de enfermedad para los humanos”.

Estos hallazgos son un buen ejemplo de una característica estructural del ADN que se desconocía hasta ahora, la cual podría desempeñar un papel importante no solo en la evolución del cerebro humano, sino también en las enfermedades psiquiátricas humanas, concluyó Kingsley.

Por su parte, Tracy dijo a Newsweek: “Estas variantes tienen un impacto considerable en la activación y en la expresión del gen. Es un hallazgo que parece haber estado a plena vista, aunque no se había observado hasta ahora”.

Sin embargo, argumentó que es necesario replicar el estudio con una muestra más amplia y diversa. Y añadió que aún no queda claro si la asociación causa las enfermedades mentales o si estas son efectos colaterales.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek

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