Rumbo al Super Bowl: La tecnología en el futbol americano para evitar lesiones

Nadie duda que el futbol americano es el deporte que, sobre todo desde su salto a la televisión, más se ha ayudado de la tecnología para brindar un mejor espectáculo. Desde la repetición instantánea, hasta los sensores que determinan si un balón cruzó la línea de meta, sin mencionar los espectaculares drones que nos deslumbraron hace dos años, los partidos de la NFL suelen apoyarse de tecnología de punta. Pero la tecnología no sólo sirve para que los partidos se vean bien en la televisión, o para hacer más dinámico el juego, también ayuda a evitar las lesiones de los jugadores.

En los últimos lustros la NFL ha sido acusada de incontables ocasiones por los riesgos que, a largo plazo, ocasiona la practica del rudo deporte a los jugadores profesionales de futbol americano, entre los que se incluyen encefalopatía traumática crónica e incluso el mal de Parkinson. Intentando minimizar el riesgo de los jugadores, además de una serie de cambios de reglas, la NFL invirtió hace dos años 60 millones de dólares en Football Research, una organización dedicada a usar la tecnología para ayudar a minimizar los problemas de salud de sus jugadores.

Football Research es un proyecto encabezado por investigadores universitarios, que realizan pruebas científicas (que incluyen revisiones forenses) con tecnología similar a la que se usa en las pruebas de seguridad automotriz, para desarrollo herramientas complejas de colaboración abierta. De hecho, la polémica regla del casco, que se implementó en el 2018, fue elaborada en parte por los descubrimientos de Football Research. La regla establece un castigo para el jugador que baja intencionalmente la cabeza para buscar embestir el casco de un oponente. Si bien, muchos entrenadores de la vieja guardia se opusieron a la regla, los análisis de ingeniería (apoyados en algoritmo y mucha data) demostraron que este tipo de golpes representaban dos tercios de todas las conmociones cerebrales relacionadas con el futbol americano de los últimos 20 años. La investigación descubrió que tanto el tackleador como el portador de la pelota tienen un mayor riesgo de lesiones, no sólo cerebrales, sino también cervicales y de la columna vertebral, cuando se da un choque de casco contra casco.

 

golpe de dos jugadores de futbol americano

(Reuters)

“Sabemos que hay escepticismo sobre nuestro trabajo en esta área. Es por eso que, tanto nuestros procesos como los resultados de nuestro trabajo, se compartirán con la comunidad médica y el público en general. La NFL dejará que la ciencia liderara este camino”, indicó Roger Goodell, comisionado en jefe de la NFL.

Pero no todo es algoritmos y ciencia médica se enfocan en los choques, la NFL también ha sido más rigurosa en los estándares de prueba de los cascos y otras protecciones de los jugadores. De hecho, mucho del desarrollo tecnológico de la NFL se ha centrado en mejorar los cascos. Desde principios de la década se ha invertido mucho dinero en crear casco multiuso de mejor rendimiento, sobre todo tomando en cuanta que el tipo de lesión es diferente de acuerdo con la posición en el juego.

Por ejemplo, los esquineros y los receptores abiertos sufrieron la mayor cantidad de conmociones cerebrales. Pero los mariscales de campo sufrieron el 40 por ciento de las conmociones cerebrales provocadas por un golpe de la parte trasera de sus cascos con el suelo. Así, en colaboración con Bicore, un centro de biomecánica aplicada, la NFL ha utilizado la tecnología que normalmente vemos en pruebas de autos para mejorar los cascos. Las nuevas tecnologías, los nuevos materiales y los nuevos estándares que han salido de esta unión han reducido el riesgo de lesiones y muertes.

“La biomecánica subyacente en los choques de autos y de cascos es la misma. Son los movimientos de rotación los que realmente causan deformaciones del cerebro que tienden a causar estas lesiones axonales, de las cuales la conmoción cerebral podría estar en el extremo inferior del espectro y algunas de las lesiones más catastróficas que ocurrirían en un accidente automovilístico serían el otro extremo “, indicó Jeff Crandall, jefe del comité de ingeniería de la NFL.

Para sus pruebas, los expertos de Bicore han tenido que replicar de forma artificial los choques de cascos, y para eso han usado dummies (muñecos de pruebas), y robots especiales que les permiten medir los impactos.

Entre los cambios más impactantes de los cascos modernos se encuentra el modelo Vicis Zero 1, un casco realizado en capas, que absorbe el impacto de una mejor manera que los cascos tradicionales. El Vicis Zero 1 fue el ganador del Head Health Challenge II y recibió 750,000 de premio. Esa competencia fue una colaboración entre la NFL, GE y Under Armour para estimular la innovación tecnológica para la salud en el deporte de las tacleadas. A pesar de que todavía no es de uso común, muchos jugadores ya lo usan desde hace tres años, y cada año lo ocupan más y más jugadores.

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Pero no todos los esfuerzos por vincular la tecnología y la salud en el futbol americano nacen de la NFL, la compañía de tecnología médica Quanterix desarrolló biomarcadores de proteínas diminutos en la sangre con una sensibilidad sin precedentes. Los niveles de algunos biomarcadores se elevan después de un trauma cerebral, y ellos aseguran que su tecnología se podría usar en la NFL para diagnosticar una conmoción cerebral en segundos. Otras pruebas con esta tecnología podrían identificar la encefalopatía traumática crónica (CTE) en etapa temprana, una enfermedad cerebral degenerativa relacionada con golpes repetitivos en la cabeza, un mal que afecta tradicionalmente a jugadores de futbol americano. La NFL ha apoyado a Quanterix y tienen un acuerdo firmado para el uso de su tecnología en la liga.

Chris Yakacki, profesor de la Universidad de Colorado, también participó en Head Health Challenge. Yakacki es experto en elastómeros cristalinos líquidos, unos polímeros amorfos que pueden expandirse y contraerse, comportándose como tejidos naturales, amortiguando impactos y disipando energía. El investigador pensó que estos polímeros podrían usarse para recubrir los cascos de los jugadores. De manera similar, Sander Reynolds y la compañía Corsair, también participaron en el concurso presentando FEAM (material de absorción de energía fibrosa) un material para recubrir los cascos que promete “una reducción del 10 al 15 por ciento en la fuerza sobre los impactos directos”.

Así, incluso cuando no es de manera directa, la NFL ha apoyado a innovadores que estén interesados en ayudar a proteger a los jugadores, y todo con ayuda de la tecnología.

 

 

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