Un ex-empleado de Facebook: Creo que no están diciendo la verdad sobre los anuncios

“Utilizarán datos sin límites hasta que el alboroto sea insostenible”

 

 

Esta semana se ha filtrado la noticia de que Facebook informa a sus anunciantes sobre el estado de ánimo de sus usuarios. En concreto, se ha revelado que pueden saber cuándo los adolescentes se sienten más vulnerables a los anuncios de las distintas empresas.

Ante la confusa información que existe al respecto, un antiguo gerente de Facebook, Antonio García-Martínez, ha querido esclarecer la situación en un artículo para The Guardian:

“Durante dos años me encargué de convertir los datos de Facebook en dinero, por cualquier medio legal. Si navegas por internet o compras en tiendas físicas y luego ves anuncios relacionados por Faebook, puedes culparme”.

 

 

“Facebook afirmó que el informe era engañoso, asegurando al público que la compañía ‘no ofrece herramientas para dirigirse a las personas en función de su estado emocional’. Si la intención de esa pirueta era dar a entender que eso no es ni siquiera es posible, yo les diré que creo que Facebook miente entre dientes”.

“Convertir los datos de Facebook en dinero real es más difícil de lo que parece, sobre todo porque la mayoría de los datos no tienen valor. Las fotografías de borrachos y los mensajes de flirteo no tienen valor comercial alguno. Pero, de vez en cuando, si se utiliza muy hábilmente, el vendedor astuto puede encontrar la mezcla correcta de edad, geografía, hora del día y gustos para marcar un grupo demográfico de interés . El porcentaje de clics no miente”.

“Sin ver los informes filtrados, que aparentemente estaban basados en el pitch de Facebook a un banco, es imposible saber lo que la plataforma estaba ofreciendo a los anunciantes. Pero Facebook tiene y ofrece orientación de tipo 'psicométrica', donde el objetivo es definir una audiencia de marketing que un anunciante cree particularmente susceptible a su mensaje. Conociendo a la empresa, no imagino que hubiera urdido un pitch como este sobre las emociones adolescentes sin el gancho final de ‘y así es como se ejecuta este anuncio en la plataforma de Facebook’”.

“La cuestión no es si esto se puede hacer. Es si Facebook debería aplicar un filtro moral a estas decisiones. Supongamos que lo de los adolescentes deprimidos es cierto. ¿Mi reacción? Y qué.  A veces los datos se comportan de forma poco ética”.

“Recuerdo que, cuando trabajaba, alguien diseñó una herramienta que te recomendaba las páginas de Facebook que debían gustarte. ¿Y que empezó a decir la herramienta? Cualquier estereotipo étnico que puedas imaginar. Facebook se cargó la herramienta porque eran el tipo de verdades estadísticas que la plataforma no puede exponer. Yo estuve en contra de que lo hicieran. Los afroamericanos que viven en códigos postales de ingresos bajos son más propensos a responder de forma desproporcionada a anuncios de préstamos usuriosos. Y los hispánicos de entre 18 y 25 años probablemente conectan con los anuncios que cantan las bondades y ventajas del servicio militar ¿Por qué estos ejemplos deberían ser vistos como menos éticos que, por ejemplo, los anuncios de pantalones de yoga a mujeres treintañeras de San Francisco?”

“La dura realidad es que Facebook nunca limitará el uso de sus datos a menos que el alboroto público sea imposible de silenciar, como ocurrió con las fake news. ¿Y por qué no tendrían que hacerlo? Al fin y al cabo, los clics están de su parte”.

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