Un nuevo estudio pone al descubierto los juegos sexuales favoritos del T Rex

T REX

Tenemos al Tiranosaurio Rex como el dinosaurio más temible de La Prehistoria. Su aspecto y su gran altura le convertían en el mayor depredador del Cretácico Superior. Sin embargo, una investigación acaba de revelar que también tenía su parte romántica.

El descubrimiento, rescatado por The Guardian, se basa en su hocico, tan sensible como las puntas de los dedos humanos. El T Rex y otros dinosaurios lo utilizaban para explorar su entorno, construir sus nidos y recoger los huevos y las crías frágiles.

Pero, según los nuevos datos, el hocico también tenía un propósito de atracción y apareamiento. Los T Rex masculinos y femeninos se frotaban las caras unos con otros antes de reproducirse, como preliminares antes del acto sexual.

 

 

“En el cortejo, los tiranosaurios se frotarían los hocicos como parte vital del método de atracción”, explican los autores.

La idea viene del descubrimiento en Montana (EEUU) de un antepasado directo del dinosaurio, el Daspletosaurus horneri.Este espécimen vivió unos 74 millones de años antes que el T Rex, pero su anatomía es muy similar a la suya.

El Daspletosaurus llama la atención por los cientos de agujeros que tiene en el hocico, que existirían para permitir la entrada de aberturas nerviosas. En el caso del T Rex, en el hocico tenía una coraza de escamas, pero lo más probable es que la desarrollara como método de protección.

Actualmente, los cocodrilos y caimanes también tienen miles de pequeñas protuberancias sensoriales alrededor de sus mandíbulas, que utilizan para estimularse sexualmente. Es exactamente el mismo método que utilizarían los T Rex.

“Nuestro hallazgo de una red sensorial compleja es especialmente interesante, ya que se deriva del nervio trigénimo, cuya historia evolutiva es extraordinaria, al añadir un sexto sentido en diferentes vertebrados”, concluye Jayc Sedlmayr, uno de los científicos que ha impulsado la teoría .

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