Un vídeo muestra a policías de Río ejecutando a dos jóvenes tendidos en el suelo

Después de un tiroteo que acabó con la vida de una adolescente dentro de una escuela, dos agentes mataron a los sospechosos de participar en el tiroteo cuando estaban indefensos...

 

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Primero un tiroteo entre policías y narcotraficantes que acaba pagando quien menos implicación tenía: una niña de 13 años que falleció por una bala perdida dentro de la escuela del barrio de Costa Barros, en Río de Janeiro.

Después, apareció en las redes sociales un vídeo amateur que mostraba a dos agentes de la policía militar disparando contra unos jóvenes tendidos en el suelo, convalecientes, para una ejecución extrajudicial a las puertas de la escuela una vez finalizado el tiroteo. Los jóvenes eran sospechosos de haber participado en el tiroteo anterior y estaban armados, informó la web G1 del grupo de comunicación brasileño Globo.

 

 

En la imagen, se ve claramente como el primero de los policías llega al exterior de la escuela, toma un fusil que estaba en el suelo junto al cuerpo tumbado del joven y le dispara. Pocos segundos después, llega un segundo agente y dispara contra el otro hombre tendido. Los policías llegaron caminando a ritmo lento, no se aprecia en las imágenes que los sospechosos pudieran suponer alguna amenaza para ellos.

Después de la divulgación del vídeo, la Policía Militar de Río informó en comunicado que va a investigar "la flagrante ilegalidad" con tal de que "se responsabilice a los implicados".

El batallón número 41 de la Policía Militar, informó el propio cuerpo, r ealizó la operación en la calle Prefeito Sá Lessa, situada entre los barrios de Costa Barros, Fazenda Botafogo y la favela de Acarí, porque "unos delincuentes estaban practicando crímenes". Al llegar la policía, hubo un tiroteo en la puerta de la escuela que resultó en la muerte de Maria Eduarda Alves, de 13 años de edad. Los agentes confiscaron un fusil y una pistola de los jóvenes a los que presuntamente asesinaron.

 

Tras la muerte de Maria Eduarda, varios vecinos del barrio realizaron una manifestación. Cortaron parte de la Avenida Brasil, una de las principales arterias de la ciudad, y algunos manifestantes quemaron contenedores.

En los barrios pobres de la Zona Norte de Río de Janeiro, donde el narcotráfico aún detenta el control armado de muchas de las favelas, existe una sensación generalizada (respaldada por numerosos sucesos) entre los vecinos de que las intervenciones de la policía sirven más para aumentar el número de muertos que para cortar de raíz el problema del narcotráfico armado.

Es habitual, además, que se cierren escuelas en dichos barrios debido a las operaciones policiales. En muchas incursiones, los alumnos se ven obligados a tumbarse en el suelo para evitar ser alcanzados por las balas.

El vecino de la favela de Acarí Deley Vandereley Cunha resume así la indignación por esta situación: "En una semana, tres guarderías y una escuela cerrada, tres escuelas de fútbol con entrenamientos interrumpudos. Los policías del batallón 41 avisan: hoy no va a haber clases. ¿Cuál es el impacto de las operaciones policiales constantes en un complejo de favelas durante un mes? ¿Quien gana con traficantes ejecutados, en vez de detenidos, y aprehensiones de marihuana con moho para contar en la estadística? ¿Dónde está la moral del secretario de Educación comunista revolucionario delante de media docena de policías que se colocan en el papel de gestores locales de la educación pública y determinan los días en que las escuelas y guarderías funcionan?".

 

 

La policía de Río de Janeiro es una de las más violentas de Brasil, que al tiempo es el país del mundo donde, en términos absolutos, más personas mueren por la acción directa de los agentes del orden. 

En los últimos diez años, los agentes del estado de Río mataron casi al doble de personas que la policía de todos los Estados Unidos, informó UOL en noviembre de 2011 a partir de cifras del Instituto de Seguridad Pública de Rïo y del FBI. En Río, los agentes mataron a 8.052 personas entre 2006 y 2015, último año con números disponibles en el que 645 personas fueron asesinadas por los agentes.

En todo el país, 3.320 persnas murieron a manos de los agentes en 2015, últimas estadísticas disponibles en el  anuario del Fórum Brasileño de Seguridad Pública, elaborado a partir de datos oficiales.

En el mismo documento, se recoge que la policía generó  17.688 víctimas entre 2009 y 2015. Aunque la tasa de homicidios es mucho menor en Brasil (25,7 personas por cada 10.000 habitantes) que en Honduras (62,5), la letalidad policial es superior, de un 1,6% frente al 1,2% del país centroamericano.

Otro dato: la policía brasileña mata más en seis días que la británica en 25 años.

El uso de los móviles y las redes sociales está cada vez más poniendo rostro y escribiendo el relato de esas cifras brutales y trágicas. Pero, por ahora, no está consiguiendo frenar la violencia y la impunidad de la policía brasileña.

 

 

 

 

 

 

 

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