Una nueva terapia contra el alcoholismo busca borrar recuerdos clave con ketamina

ketamina

La adicción al alcohol es sumamente difícil de vencer. Las terapias disponibles son pocas e ineficaces para muchos. El mero olor del whiskey, el tintineo de un vaso o escuchar una frase que se asociaba con el alcohol pueden despertar recuerdos de la sensación gratificante que un alcóholico asocia a la accón de empapar el hígado. Este tipo de memorias son el principal escollo para no recaer en el vicio, y por eso un posible nuevo tratamiento busca 'borrarlas'.

Aunque resulte impactante, psicólogos de la Uiversity College de Londres creen que la ketamina puede ser útil para este fin. Están estudiando si una dosis única de esta droga disocitaivcaa puede eliminar de la mente aquello que induce a beber.

 

 

Básicamente, la ketamina puede interrumpir la formación de recuerdos y los investigadores sospechan que esa propiedad también podría ser utilizada para sobre-escribir memorias.

 

 

Crecientes estudios demuestran que las memorias son menos estables de lo que se suponía y que están abiertas a la manipulación. Cada vez que nuestro cerebro accede a una, las conexiones neuronales que la codifican se desestabilizan temporalmente dando pie a que un recuerdo pueda ser alterado antes de volver a almacenarse. Y en ese corto periodo de inestabilidad es cuando se pretende actuar.

 

El tratamiento persigue alterar una memoria en el cerebro antes de que se vuelva a almacenar

 

La ketamina es capaz de bloquear un receptor cerebral, llamado NMDA, que interviene en la formación recuerdos. Con una dosis de droga administrada justo cuando aparece la memoria —que en el caso del alcohol se puede hace emerger intencionadamente colocando un vaso con bebida delante, por ejemplo—, los científicos sostienen que se podría debilitar o incluso eliminar ese resorte cerebral que lleva a un alcohólico a querer volver a beber. Esta opción ya se ha explorado con otras drogas para combatir fobias, como la que provocan las arañas.

 

 

Para comprobar si da resultado, están realizando un ensayo con voluntarios a los que se está administrando una infusión con una concentración alta de ketamina o una de placebo. "Mi cuerpo parecía que se estaba derritiendo. Fue bastante psicodélico porque me sentí desatada de mi cuerpo", cuenta Nikki, de 31 años y una de las participantes en el estudio, a The Guardian.

Nikki asegura que la experiencia fue "intensa", pero no la describe como desagradable. A la semana de haber tomado la droga, cuenta, era más consciente de la decisión de tomar una cerveza, en lugar de simplemente dejarse llevar por impulsos. Sin embargo, reconoce que no sabe si detrás de ese control podría esconderse otros factores como que tiene un nuevo trabajo.

"Cualquier trabajo que busque cómo la gente puede superar los inconvenientes para terminar con la adicción es útil", valoró Andrew Misell, portavoz de Alchol Concern. "Pero también hay que tener en cuenta que ninguna terapia basada en fármacos está libre de riesgo, y eso incluye la ketamina".

Habrá que esperar a realizar muchas más pruebas para determinar si verdaderamente una droga puede ayudar a vencer la adicción a otra.

Regresar al blog