Desde hace siglos, Venecia vive amenazada con desaparecer bajo las aguas. El acqua alta, el fenómeno de las mareas altas que asola la ciudad periódicamente, sumado a la precariedad de sus cimientos hace que cada año la ciudad se hunda un poco más en la laguna.

Ahora, un estudio elaborado por los científicos italianos del ENEA (Agencia Nacional Italiana para las Nuevas Tecnologías, la Energía y el Desarrollo Económico Sostenible) ha puesto fecha a la muerte de Venecia. En un siglo, si no hacemos nada para remediarlo, la ciudad perecerá víctima del cambio climático y de las infraestructuras precarias.

El informe se ha publicado en la revista Cuaternaria Internacional y no deja lugar a dudas: el nivel del mar aumentará 140 cm para 2100 y debido a ello se inundará una larga línea costera de 283 kilómetros en el norte del Adriático y oeste de Italia. El estudio también explica que durante el último siglo se ha producido un aumento de 32 cm del nivel del mar.

Más allá de Venecia, los científicos advierten de otras 33 zonas de toda Italia vulnerables a la subida del nivel del Mediterráneo. La costa de Trieste y Rávena, el Parque del Delta del Po en Véneto, Versilia en la Toscana y Fiumicino en el Lacio.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores del ENEA utilizaron un método predictivo basado en cómo habían afectado las inundaciones a las canteras de piedras de molino antiguas. "Hemos integrado las fuentes históricas, fotografías aéreas, estudios de campo y modelización del nivel del paleo mar para investigar una serie de canteras de rueda de molino con el objetivo de evaluar la intervención de cambio de nivel de los sueros que se ha producido desde que se abandonaron las canteras”, explicó Fabricio Antonioli, uno de los autores principales del estudio.

Según los científicos, este método desarrollado para la costa italiana se puede aplicar en todo el mundo, por lo que es necesario estar preparado para las inundaciones globales.

"La pérdida subsiguiente de la tierra tendrá un impacto en el medio ambiente y las infraestructuras locales, lo que sugiere que los planificadores y aquellos que toman decisiones sobre las tierras [deberían] tener en cuenta estos escenarios para la gestión costera consciente”, incidía Antonioli.

Porque solo con una correcta prevención y una conciencia medioambiental conseguiremos que dentro de 100 años podamos visitar Venecia, sin necesitar un traje de buzo para ello.

[Vía The Independent]