Los días 2 y 3 de junio de 2014 las cosas no marcharon bien en el casino Lumiere Place. A la gran sala de juego de St. Louis (Missouri) no le cuadraban las cuentas. No se había cumplido, ni de lejos, con el inmenso margen de beneficios que se garantizan este tipo de establecimientos. En esos dos días de junio, las máquinas tragamonedas habían dado más dinero en premios que el recaudado. Y eso sin haber dado ningún jackpot.

Algo estaba pasando. Pero ¿qué?

El funcionamiento de las máquinas de casino se rige por un software —autorizado por el Gobierno— que asegura que, en el largo plazo, los dueños de los establecimientos se embolsen grandes sumas por cada dólar jugado. Es cuestión de matemáticas, cálculo de probabilidades y algoritmos. Lo ocurrido aquellos días solo podía deberse a dos cosas: o las máquinas habían enloquecido (el software estaba funcionando de forma incorrecta) o alguien las tenía que haber estado manipulando. ¿Quién podía estar detrás de ese "fraude"?  

Las cámaras de seguridad del casino señalaron a un sospechoso.

De pelo negro, rondando los cuarenta y portando un bolso cruzado de cuadros, aquel hombre tenía un ritual extraño. Nunca elegía las tragaperras nuevas, sino que jugaba con las viejas fabricadas por la compañía australiana Aristocrat Leisure. Echaba dinero en la ranura, y jugaba con su teléfono pegado a la pantalla donde giraban las ruedas. Luego se retiraba unos momentos, regresaba y, tras unos intentos, ganaba.

No eran grandes sumas pero, repitiendo la dinámica en las diferentes máquinas, en 48 horas se había hecho con 21.000 dólares (unos 19.610 euros). Y si no hubiera sido por ese extraño ritual, habría pasado desapercibido. Aquel hombre acariciaba con su dedo el botón de presionar durante largos minutos. Nadie tarda tanto en apretar.

I. Una técnica nacida en Rusia

Casino Lumiere Place de St. Louis

Aquel jugador sospechoso se llamaba Murat Bliev y era un ciudadano ruso de 37 años. Trabajaba para una organización criminal ubicada en San Petersburgo que se había hecho de oro con las tragaperras.

Rusia está marcada en el mapa como foco de estos delincuentes. Desde que el Gobierno del país prohibió los salones de juego en 2009, los casinos que no se marcharon a otros países vendieron de prisa y corriendo todas sus máquinas al mejor postor. La gran mayoría de los compradores no las querían para tenerlas en el cuarto de su casa, sino para desentrañar el código fuente, detectar las vulnerabilidades y forrarse.

En 2009, Rusia prohibió los casinos y los delincuentes compraron las máquinas para buscar vulnerabilidades en su funcionamiento

El motivo es que en las tragaperras no reina el azar. El Generador de Números Pseudoaleatorios (PRNG, por sus siglas en inglés) es un sistema que genera las secuencias que vemos en la pantalla:Cereza-número 7- lazo o BAR-fresa-campana. Esos giros de cada rueda, como el indica el nombre, no son exactamente aleatorios, sino pseudo.

El PRNG construye sus secuencias como si fuera un cocido aritmético. El resultado de las vueltas que aparece cuando se aprieta el botón, se basa un número inicial -conocido como semilla- que se combina con varias entradas ocultas y cambiantes. Qué aparecerá es sumamente difícil de pronosticar por dos razones. Primero, porque se tiene que desentrañar los ingredientes de esta ingeniería interna, es decir, entender cómo funciona el PRNG de la máquina. Segundo, porque aunque esto se averigüe, luego se tiene que sacar el patrón que repite la tragaperras, algo que exige tiempo de observación y conocimientos de computación.

Pero para Murat Bliev y su banda parecía que eso era pan comido. Después de verle operar aquel día, los agentes sabían que no tardaría mucho en regresar a los Estados Unidos. Al fin y al cabo, en su país no había casinos en los que robar.

II. La estafa perfecta

Los giros no aparecen por azar. Aunque es sumamente difícil pronosticarlo, sigue un patrón

La seguridad de los casinos esta vez iba un paso por delante. A los pocos días de producirse el incidente, el mismo casino de St. Louis envío una alerta estatal a todos los salones de juego estadounidenses detallando el modus operandi. En Luisiana, un director de vigilancia, queriendo ir al fondo del asunto, llegó a examinar imágenes de seguridad de salones de lugares tan dispares como California, Rumania o Macao que tenían algo en común: máquinas viejas que parecían que habían enloquecido.

Se descubrió que Bliev había tenido dos cómplices y el 14 de julio de 2014 se daba con ellos y se los detenía. Analizando sus teléfonos móviles, pudieron saber cómo operaban.

Los estafadores primero grababan con el celular alrededor de dos docenas de giros para enviarlas a uno de sus compañeros informáticos en San Petersburgo. Allí tiraban de software para descifrar el patrón de la máquina y calculaban el tiempo en el que tardaba en salir la secuencia ganadora. Los estafadores regresaban a las tragaperras y, cuando vibraba el móvil, sabían que tenían que presionar.

Murat Bliev, como se intuía, volvió a la escena. El 10 de diciembre de 2014 regresó al casino de St. Louis y fue detenido en el acto junto a otros tres compañeros con los que iba a perpetrar la estafa.  

A tres de ellos se les condenó a dos años de prisión tras llegar a un acuerdo. Otro de los detenidos ha visto su juicio retrasado por prestarse a colaborar con el FBI. Sin embargo, su información puede estar desfasada. Ahora los delincuentes ni siquiera tienen que grabar imágenes para enviarlas: por Skype, sin despegarse de la máquina, pueden calcular los ritmos de las máquinas.

No hay forma de arreglar las vulnerabilidades de las tragaperras, así que a los vigilantes de seguridad solo les queda observar si alguien tarda demasiado en presionar.

[Vía Wired]

Desde el momento en el que P-22 fue descubierto en el Parque Griffith en el año 2012 se convirtió en una estrella. Y no es para menos: Un puma que vive junto al letrero de Hollywood en Los Ángeles está destinado a ser famoso, le guste o no.

Fue portada del National Geographic, existen al menos seis cuentas de Twitter a su nombre, tiene una página en Facebook y su propio Instagram.

Ahora, además, acaban de estrenar un documental sobre su apasionante vida llamado The Cat That Changed America (El gato que cambió América).

Pero la vida no ha sido un camino de rosas para P-22. En los últimos años tuvo que ser ingresado tras ingerir matarratas, se coló en Los Feliz, una urbanización de lujo en la que vivía la ex pareja Jolie-Pitt (entre muchos otros) de donde las autoridades lograron echarlo lanzándole pelotazos y se ganó la enemistad de más de uno al colarse en el Zoo de Los Ángeles y comerse a un pobre koala.

Como todas las grandes historias que suceden en Hollywood, el debut de P-22 llegó a través de un objetivo. Un grupo de investigadores había sembrado Griffith Park con cámaras para estudiar la vida salvaje del parque.

Se habían topado con un montón de ciervos, linces rojos y coyotes cuando, de repente, llego la sorpresa: un puma estaba vagando por las colinas de Los Ángeles. Semanas después de ser localizado por primera vez, Jeff Sikich, biólogo del Parque Griffith, capturó a P-22, le sacó sangre, marcó sus orejas, le colocó un collar con GPS en el cuello y volvió a dejarlo en libertad.

Desde entonces el collar calcula la localización de P-22 8 veces al día (sí, así es como le pillaron con aquel asuntillo del koala...) gracias a un ordenador situado en Berlín gestionado que reenvia la información a Sikich.

P-22 empieza a hacerse mayor. Tiene casi siete años, y los pumas en libertad no viven más 10. Su collar tiene un sensor de mortalidad que avisaría a Sikich si el animal no se ha movido en 12 horas, pero de momento el puma de Hollywood parece tener cuerda para rato.

P-22 ha tratado de llamar la atención de otras hembras rascando el barro, marcando territorio con orina y heces, y ocasionalmente ronroneando y rugiendo. Pero el pobre solo se ha encontrado con el silencio como respuesta. No parece que haya ninguna novia para P-22 en Griffith Park.

Los biólogos están bastante sorprendidos de que P-22 lleve tanto tiempo sin moverse del parque, y han llegado a la conclusión de que el puma reconoce el riesgo que corre si trata de salir de él. Aunque es posible que algún día su instinto reproductivo lo empuje a marcharse en busca de una pareja.

"Los pumas en áreas como Santa Mónica o Santa Ana, y especialmente en la zona de Griffith Park, están apostando contra la casa", explicaba el biólogo de la Universidad de California Walter Boyce. "Y, a la larga, la casa siempre gana".

[Vía L.A. Times]

5 años atrás, Anton Pilipa desapareció de Vancouver. Recientemente, se le encontró en la selva amazónicatras un recorrido de más de 10.000 kilómetros, la mayor parte del cual, aparentemente, hizo descalzo.

El hombre es un canadiense de 39 años que, según ha explicado su hermano Stefan a diversos medios, sufre esquizofrenia. Poco antes de desaparecer en 2012, había iniciado un tratamiento para luchar contra la enfermedad.

Se cree que durante su viaje pasó por 10 fronteras, andando y haciendo autostop, hasta llegar a Argentina, desde donde se dirigió al norte de Brasil. Un tiempo durante el cual sobrevivió a base de mendigar comida.

Después de 5 años, su familia había perdido la esperanza de encontrarle con vida. Pero se equivocaron. "Me siento sorprendido de que esté vivo y de que haya llegado tan lejos. He estado realmente frustrado todo este tiempo. Siempre con esa pregunta dolorosa: '¿Dónde está? ¿Qué le pasó?'", dijo Stefan a la CTV.

En noviembre, la policía de Brasil le encontró vagando descalzo, sin documentación y confundido cerca de Manaus, capital del estado de Amazonas. Le llevaron al hospital, pero después se escapó y se dirigió a la selva. Afortunadamente, volvieron a encontrarle, en una zona también próxima a Manaus. Un lugar en el que estuvo expuesto a varios peligros.

"En la zona de la que hablamos hay grandes depredadores. Realmente teníamos miedo de que alguno de estos animales se lo comieran", dijo una policía brasileña de origen canadiense, Helenice Vidigal.

La misma agente, que era de las pocas que hablaba inglés, logró ponerse en contacto con su hermano a través Twitter. Y, en enero, ya estaba volando a Brasil para reunirse con Anton. "Se le veía mal. Su salud empezaba a deteriorarse. Pero le encontraron justo a tiempo".

Después de todo lo que ha pasado, Anton se siente afortunado de seguir aquí. "Sé que tengo mucha suerte de estar vivo, estoy muy feliz de volver a mi familia", dijo a la BBC Brasil.

Antes de desaparecer, le habían acusado de asalto a mano armada, pero desapareció antes de que se realizara el juicio. Esta semana fue arrestado en Toronto y puesto en libertad bajo fianza.

Ahora, está viviendo con su hermano hasta que recuperarse de esta insólita experiencia.

[Vía The Telegraph]

Desde que abrió su cuenta de Instagram el pasado 21 de enero, Peter Souza, el fotógrafo oficial de Obama durante su tiempo en la Casa Blanca, ha atraído a 920.000 seguidores.

Souza comparte escenas íntimas de Obama durante su presidencia pero, según creen muchos, lo hace con un claro trasfondo: poner en evidencia a Trump comparándolo con su predecesor.

Por ejemplo, el mes pasado, después de que Trump firmara el veto a los ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes, Souza compartió esta imagen de Obama hablando con una refugiada musulmana en Kuala Lampur.

Cuando Trump nominó al juez Neil Gorsuch (conocido por su mentalidad corservadora en asuntos como el aborto) para Corte Suprema, Souza reposteó una foto de Obama con su compañero Merrick Galard (mucho más progresista) al que los republicanos se negraron a considerar para el cargo el año pasado.

El mismo día que se corrió la voz de que Trump había amenazado al presidente mexicano Peña Nieto con enviar tropas a la frontera para hacerse cargo de los "hombres malos", Souza compartió una foto de Obama y Peña Nieto tomándose juntos un tequila.

Después de que Trump tuviera aquella llamada telefónica con Malcolm Turnbull, el primer ministro Australiano, que deterioró la alianza entre ambos países, Souza compartió esta imagen de Obama charlando con Turnbull en la cena de la gala Asean el pasado septiembre.

Y después del famoso artículo del New York Times en el que se decía que en la Casa Blanca estaban teniendo reuniones a oscuras por ser incapaces de encontrar los interruptores (sí, el artículo que dio lugar al embrollo sobre el albornoz de Trump), Souza posteó esta foto de Obama reunido en una habitación con una iluminación fantástica.

Además, Souza ha recalcado también la ausencia de mujeres en el gabinete de Trump con esta fotografía.

Las comparaciones son odiosas...

[Vía The Guardian]

Bollywood es la segunda industria cinematográfica más importante del mundo. Y tiene su propio starsystem.

En la India, un país con más de mil millones de habitantes, no necesitan a Brad Pitt o Scarlett Johannson. En su lugar tienen a Salman Khan o Kareena Kapoor. Y tampoco necesitan a Matrix o Titanic, ya que cuentan con Awara Pagal Deewana y Mausam.

“Adaptar” películas famosas a versiones de andar por casa es una especialidad en la India y Turquía. Pero aún mejores resultados obtienen cuando solo toman algunos elementos de los largometrajes originales para crear sus propias historias. Es el caso de Krrish, una saga sobre un superhéroe que cuenta con tres películas y que estrenará su cuarta entrega en 2018.

Para la India, Krrish es un símbolo de orgullo. La saga cuenta la historia de un superhéroe que, básicamente, tiene los mismos superpoderes que Superman con la excepción de que salta muchísimo en lugar de volar. Su apariencia recuerda mucho a la del Batman de los ochenta fusionado con David Hasselhoff. Y, sin duda, es más épico que Los Vengadores y La Liga de la Justicia juntos.

Como se observa en los múltiples clips que aparecen por YouTube, la mayor virtud de estos filmes es integrar extravagantes efectos especiales en prácticamente cada toma que aparece. Esto les permite recrear increíbles persecuciones a aviones comerciales.

Y espectaculares batallas contra enemigos tan temidos como Frogman.

Cualquier persona habituada a las superproducciones de Hollywood que vea estos clips podría tacharlos de cutres. Pero los filmes son incomparables a Los Vengadores o Batman V Superman. Mientras estos tienen presupuestos de cientos de millones, las películas de Krrish apenas rondan los 10 millones de dólares.

No es de extrañar que los indios sientan orgullo por la saga. La primera película de la trilogía se convirtió en una revolución para Bollywood, llegando a afirmarse que, gracias a ella, la industria llegaba a una "nueva era". Además, a menudo presumen de que toda la producción ha sido realizada por trabajadores nacionales, “sin ningún extranjero”. 

El 100% de críticas positivas que recibió Krrish en Rotten Tomatoes no es una gran referencia, ya que solo está basada en siete opiniones. Pero si tenemos en cuenta que fue considerada para mostrar su candidatura en los Oscars como mejor película extranjera –al final fue vencida por Rang De Basanti– queda claro que no fue un largometraje más de los muchos que se estrenan anualmente en la India.

Mientras en Hollywood el cine de superhéroes se ve vapuleado hasta la saciedad por los críticos, en Bollywood se ensalza su única figura –de momento– que ha conseguido trascender la pantalla para convertirse en un icono de la cultura pop del país.

Con el auge que ha tenido el cine de superhéroes en los últimos años, cada vez son más los mercados cinematográficos que apuestan por sus propios superhéroes. Krrish es un fenómeno en la India, pero pronto no será el héroe internacional a tener en cuenta.

En España, el cómico Dani Rovira interpretará a Superlópez en una película que se estrenará este año. La sátira patria de Superman llegará de la mano del director de Anacleto: Agente secreto. Aunque no vaya a llamar la atención por su profundidad, sin duda será una gran oportunidad para apostar por este género en Europa.

Pero el estreno más llamativo llegará a finales de este año. Rusia lo ha puesto todo en Guardians, la competencia directa de Los Vengadores que cuenta con un humano-oso con una ametralladora y un tipo que se parece mucho al protagonista de Prince of Persia.

Por lo que se ha visto en el tráiler, parece que tendremos épica de sobras:

Hace tiempo que los superhéroes dejaron de ser patrimonio exclusivo de Estados Unidos en los cómics. Pero ahora podríamos entrar en una nueva etapa en la que cada país reivindique sus propios iconos a través del cine.

De momento, nos quedamos con el gran ejemplo de Krrish, capaz de dar la vuelta a Bollywood a través de efectos especiales y diseños estrambóticos.