Ashlee Martinson disparó a su padrastro y apuñaló a su madre. Ahora, desde la cárcel, ha querido contar su truculenta historia
"Soy feliz", dijo Ashlee Martinson durante una entrevista en exclusiva con Crime Watch Daily emitida el martes. "Sé que suena loco, porque estoy en prisión, pero siento como si fuera libre. Puedo levantarme cada día y saber que estoy segura".
Ashlee dice sentirse más libre en la cárcel que en su casa de Piehl, un pequeño pueblo al norte de Wisconsin. Fue allí donde toda una vida de abusos, físicos, psicológicos y sexuales, culminaron en el horrible crimen que conmocionó al país el año pasado.
Ashlee disparó a muerte a su padrastro, Thomas Ayers, 37, y apuñaló en más de 30 ocasiones a su madre, Jennifer Ayers, 40. A continuación, encerró a sus tres hermanos pequeños en una habitación de su casa y escapó.
Después de buscarla en varios estados, finalmente fue detenida en Martinson, Indiana, adonde había huido con su novio. Finalmente, en marzo, fue declarada culpable de homicidio en segundo grado y condenada a 23 años de prisión.
"No soy un monstruo" dijo a Crime Watch Daily. "Nunca quise que nada de esto pasara. Eso no quiere decir que lo que hice esté bien. Pero era solo una chica, una chica de la que habían abusado y a la que forzaron a tomar una decisión terrible. No soy el monstruo que dicen que soy".
Los psicólogos que vieron a Ashlee después del incidente la describen como una adolescente que, tras años de abusos, estaba sumida en una profunda depresión y sufría un caso severo de estrés post traumático. Algo que se hacía evidente en su blog.
Martinson tenía un blog de terror llamado Nightmare que firmaba bajo el seudónimo "Vampchick" en el que publicó un poema acerca de matar y torturar gente unos días antes de que todo pasara. Actualmente, la página está desactivada.
El 7 de marzo de 2015, un día después de su 17 cumpleaños, Ashlee tuvo una fuerte discusión con sus padres. "Iba a mudarme con una de mis amigas. Tenía todo empaquetado y listo, pero mi padrastro me detuvo. Me vi 100% encerrada en esa casa".
Fue entonces cuando cogió una escopeta del marido de su madre con idea de suicidarse. "Estaba sentada en el borde de la cama con el cañón en la boca, jugando con el gatillo. Entonces escuché a mi padrastro".
"Estaba asustada, estaba jugando con su arma, una de sus pertenencias más preciadas... simplemente reaccioné. Levanté la escopeta y apreté el gatillo".
Ashlee bajó corriendo las escaleras, donde se encontró con su madre y la apuñaló más de 30 veces, para luego volver a disparar a su padrastro. "Y, en ese momento, sentí las cadenas rompiéndose a mi alrededor. Era libre. Por primera vez, era libre".
"Ya no podía hacer daño a mis hermanas. No podía hacerme daño. No podía hacer daño a nadie".
A lo largo de los años, Thomas Ayers ha sido acusado de asalto, secuestro, seducción infantil y de tomar parte en el asalto sexual a un niño menor de 15 años. De acuerdo con diversos documentos judiciales, había estado arrestado y preso en numerosas ocasiones.
Las hermanas de Ashlee explicaron que Thomas Ayers solía golpearlas fuertemente con un cinturón y con las manos, que las ahogaba, les pegaba puñetazos y que también maltrataba a su madre.
Martinson dijo a Crime Watch Daily que espera que algún día sus hermanos puedan perdonarla por lo que ha hecho. "Espero que algún día podamos vernos y pueda contarles lo que pasó, la verdad. Porque realmente quiero una relación con ellas. Las echo muchísimo de menos".