Un estudio confirma lo que ya sabíamos, jajajaja los jóvenes han perdido la fe en la democracia

La democracia está muriendo. O por lo menos, así lo creen los jóvenes. Según un estudio de la Universidad de Harvard, la gente está perdiendo la fe en la democracia, sobre todo la gente joven.

Y lo que es peor: la decepción con este modelo político es tan grande que muchos jóvenes se plantean que, quizás, la alternativa podría estar en otros modelos, como el gobierno a través de un golpe militar.

El estudio completo se publicará en enero en la Journal of Democracy y analiza los datos históricos de las actitudes hacia el gobierno de varias generaciones en América del Norte, Europa Occidental, Australia y Nueva Zelanda.

Según un artículo previo sobre la investigación publicado en julio de este año   , "los jóvenes se han vuelto más cínicos sobre el valor de la democracia como sistema político, menos esperanzados de que cualquier cosa que hagan pueda influir en la política pública y más dispuestos a expresar su apoyo a alternativas autoritarias”.

 

 

 

 

Por ejemplo, los millennials se oponen menos a las dictaduras que las generaciones anteriores. A la pregunta “Crees que un golpe militar no es legítimo en democracia”, un 19% de los jóvenes estadounidenses creían que no, en comparación con el 43% de los mayores. El porcentaje de jóvenes que no creen que un golpe militar sea una buena opción se dobla en Europa, con un 36% de los encuestados. Sin embargo, sigue siendo menor que el porcentaje de gente más mayor que así lo cree (un 53%).

Además, alrededor de un tercio de los millennials ven los derechos civiles como algo esencial para la democracia, en comparación con el 41% de las personas de edad avanzada. En Europa, el porcentaje alcanza el 39% y el 45%, respectivamente.

Por otro lado, un cuarto de los jóvenes de Estados Unidos cree que no son tan importantes las elecciones libres y aunque los porcentajes son más bajos en Europa, también superan a los de las generaciones más mayores.

 

Los jóvenes se han vuelto más cínicos sobre el valor de la democracia como sistema político, menos esperanzados de que cualquier cosa que hagan pueda influir en la política pública y más dispuestos a expresar su apoyo a alternativas autoritarias

 

En 1995, solo el 16% de los jóvenes americanos pensaba que la democracia era un mal sistema político para su país. En 2011, casi una cuarta parte de los millennials creía que sí lo era. Un aumento que en Europa es menos marcado pero no deja de ser preocupante.

En cuanto al interés por la política, en los años noventa más gente mayor y joven mostraba interés por la política, dato que contrasta con los porcentajes actuales . Según las encuestas, en 1990 el 48% de los jóvenes europeos mostraba interés en política, cifra que bajó en 2010 al 38%. Por otro lado, en Estados Unidos el porcentaje en 1990 era del 53% y en 2010 bajó al 41%.

Una de las posibles explicaciones a esta situación recae en que la generación millennial ha crecido en democracias muy estables, por lo que consideran la democracia como algo cotidiano. Por lo tanto, al contrario que sus padres, no muestran tanto compromiso con este modelo político. Lo asumen como algo que está ahí desde siempre ya que no han vivido otra cosa.

 

 

Otro de los puntos curiosos del estudio es el que se refiere a la acción política. Los jóvenes están desencantados por la democracia, no confían en el sistema, no votan y pasan de la política. Pero ¿se indignan con ella? ¿Manifiestan su descontento mediante acciones políticas?

Según el estudio de la Universidad de Harvard, no. Solo 1 de cada 15 millennials participó en una protesta política el año pasado, frente al 1 de cada 11 de la generación anterior.

Y con los datos recogidos, los autores del estudio se plantean la siguiente reflexión: “Hace tres décadas, la mayoría de los estudiosos simplemente asumían que la Unión Soviética se mantendría estable. Esta suposición fue, de repente, falsa . Hoy en día, tenemos aún más confianza en la durabilidad de las democracias consolidadas del mundo. ¿Pero tenemos buenas bases para nuestra autoconfianza democrática?".

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