17 Cosas nefastas que todos hemos hecho en la peda
1. “Bailar”.
Mientras el alcohol se va apoderando de nuestro cuerpo, nos volvemos más intrépid@s y mostramos nuestros pasos de baile. En nuestra mente somos Rihanna, pero en realidad somos los borrachos bailando ‘Un Rayo de Sol’.
2. Creer que todas son nuestras rolas.
La primera vez que lo dices, por ahí de las 10, todos te la creen y es un momento padre. Pero cuando sueltas el “WOO, ESA ES MI ROLA” cada veinte minutos, ya es un chiste.
3. Hacer planes súper irreales para el día siguiente.
Estás a las 3 de la mañana, pedísim@, y se te ocurre que es buena idea planear un picnic al ratito a las 9:00 AM porque YOLO. Lo peor que puede pasar en estas situaciones es que haya alguien que te lo crea, porque le vas a quedar mal.
4. Fingir que estamos sobrios.
Mientras más lo intentamos (enfatizando nuestras palabras, tratando de sonar elocuentes y repitiendo con insistencia que no estamos borrachos), más nos hundimos, es la verdad.
5. Llamarle a nuestro ex.
Sabes que ya estás malacopeando cuando te entran ganas de marcarle a un ex que, la neta, a veces ni siquiera extrañas.
6. Declarar nuestro amor.
No tiene nada de malo expresar nuestros sentimientos a amigos o crushes, la bronca es hacerlo ahogadísimos porque luego ni nos acordamos qué dijimos.
7. Contarle nuestra vida a desconocidos.
Acabas de conocer a alguien en una fiesta, no sabes nada sobre él y se te ocurre que es una gran idea acercarte para contarle las broncas que traes en la oficina, ¿qué tiene de malo? Spoiler: todo.
8. Vomitar.
En la pista de baile, en un sillón, en la calle, en el taxi, en nuestra propia bebida… siempre es nefasto que nos pase.
9. Cantar rolas de Maná.
No importa quién seas, siempre terminas haciéndolo y al otro día te sientes suci@.
10. Netear.
Hay cosas que es mejor no decir para no lastimar o molestar a nuestros amigos. Bueno, dile eso a tu versión borracha, a quien parece no importarle.
11. Adueñarte de la música.
Volverse el intenso que conecta su teléfono y pone lo que quiere (y a nadie le gusta) te convierte en el peor personaje de la fiesta siempre.
12. Hablar con nosotros mismos frente al espejo.
Tip: cuando te descubras frente al espejo diciendo “Ni estás tan borracho, wey”, ya estás MUY borracho.
13. Pichar el alcohol a conocidos y desconocidos.
En ese momento te parece una gran idea, pero cuando te despiertas al otro día y ves todo lo que gastaste, te quieres matar.
14. Crear un debate serio sobre una mamada.
“El minuto 20 del quinto capítulo de la temporada tres es una referencia a las relaciones de poder que se tejen bajos ciertos mecanismos de opresión…” ZZZZZZZZZZZZZ.
15. Coquetear con gente que ni nos gusta.
No hay nada peor que tirarle la onda a alguien por aburrimiento, darle nuestro teléfono y al otro día desaparecer lentamente. Aplicar el ghosting, que le llaman.
16. Quedarnos dormidos con la ropa de la peda.
Despertar sucios, oliendo a cigarro, con bebida regada en la ropa… uf, hermoso.
17. Usar nuestras redes sociales en el peor estado.
Y levantarte al otro día a borrarlo… aunque ya todos lo vieron y hasta tienen screenshots.