28 años en la cárcel por la acusación de un amigo que ahora admite que mintió

28 años en prisión por un crimen que no cometió. Esta es la historia de Johnny Small, un joven que, con 15 años, vio como la vida que podría haber tenido le era arrebatada.

Ahora, después de mucho tiempo maldiciendo entre rejas el día que le condenaron por el asesinato de Pam Dreher, una mujer de 32 años, Small tiene un atisbo de esperanza. David Bollinger, el amigo de infancia que le acusó ha admitido que mintió en la declaración. Ello ha dado a Small una oportunidad para alcanzar la libertad.

En 1989, Small fue condenado a una cadena perpetúa y 16 años adicionales por un asesinato que nunca admitió haber cometido.

 En ese momento su juventud se evaporó. Se perdió noches de locuras con sus amigos, el amor por el que hubiese pasado noches sin dormir y el privilegio de ver envejecer a sus padres, entre muchas otras cosas.

También se lamenta cuando piensa en su madre, que murió en febrero después de estar un largo periodo enferma. Llevaba 6 años sin poder visitarle.

 "Solía sentarme en el patio, mirando la valla. Pensando en escalarla para que me disparasen", dijo a WWAY hablando del patio de la cárcel.

 

 

Small ha lamentado durante 28 años el día que le relacionaron con el asesinato de Pam Dreher, de 32 años. Pero ahoraha llegado un primer atisbo de esperanza llamado David Bollinger

 

Su desafortunada historia se remonta al 13 de julio de 1988, cuando se halló el cuerpo de Dreher sin vida en la tienda de animales de la que era dueña en Wilmington, Carolina del Norte. Tenía una herida de bala en la parte posterior de la cabeza y faltaban 173 dólares en la caja, aunque su bolso y sus joyas permanecieron junto a ella.

La autopsia sugirió que se trataba de una ejecución más que de un crimen pasional. Según el informe, el cañón de la pistola estaba presionando la cabeza de Dreher cuando la dispararon. Pero, ante la falta de certezas, el programa de testimonios anónimos ofreció 5.000 dólares a cualquiera que tuviera información sobre el caso.

Fue entonces cuando Nina Rairford, una compañera de clase de Small en el instituto entró en escena. Raiford dijo que se encontraba andando en las inmediaciones de la tienda de mascotas cuando se produjo el asesinato, y aseguró que vio a Small saliendo de la misma. Aunque se desconoce la razón, esto condujo a la policía hasta Bollinger.

Inicialmente, Bollinger negó saber nada sobre el asesinato. Poco después, sin embargo, cambio su versión y alegó que había acompañado a Small hasta el comercio para utilizar el teléfono público. Y que la llamada acabó convirtiéndose en un robo y asesinato. Siempre según Bollinger, Small salió de la tienda con una camisa distinta a la que llevaba y le amenazó a punta de pistola para asegurarse que mantendría la boca cerrada.

Ésta es la declaración que lo cambió todo, la que reescribió el destino de Small y la historia de un crimen. "Es más que una posibilidad razonable que si el testimonio de Bollinger no hubiese sido admitido en el juicio de Small, se habría llegado a un resultado diferente", se declaró en la moción.

Bollinger acompaó a Small hasta la tienda para utilizar el teléfono público. Y fue entonces cuando, una simple llamada se convirtió en un robo y asesinato que tenía Dreher como víctima

Sin embargo, ahora Bollinger ha decidido rectificar lo que dijo en su momento para devolver a Small su vida . Ha pedido disculpas al juez por mentir, ha alegado que ni siquiera estaba con Small en el momento del asesinato y que sus palabras fueron originadas por miedo. Miedo del detective James Lighter, del Departamento de Policía de Wilmington, que le amenazó con arrestarlo por el asesinato si no cooperaba.

28 años después, con las cartas sobre la mesa, es momento de conocer la verdad. Para ello, el juez Douglas W. Parsons ya ha llevado a cabo la primera de varias audiencias en Wilmington y esta semana considerará la moción que dictará si es inocente o culpable. Se espera que haya audiencias hasta el final de la semana. En ellas, Samil contará con el apoyo de su familia.

"La familia siempre ha sentido que era inocente. Nunca hemos dudado de eso en absoluto", aseguró a WRAL la hermana de Small, Angela Cain. "Honestamente, estoy en éxtasis. Nunca pensé que viviría el día de verlo de regreso en la corte ".

Sin embargo, en este reencuentro van a echar de menos a su madre, que se lo ha perdido por unos pocos meses. "Eso es lo que me mata. Finalmente consiguió una oportunidad y ella no va a estar ahí para verlo", dijo entre lágrimas al Wilmington Star.

Ahora Small tiene la oportunidad de vivir la vida que dejó a medias y hacer realidad aquellos sueños que le acompañaron en la celda cuando miraba el mundo entre barrotes. Sin embargo, nada le devolverá los años perdidos ni le permitirá darle un último abrazo de su madre. Pero, quizá, lo más complicado sea recuperar la confianza en el mundo que le rodea.

[Vía The Washinton Post]

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