El cultivo ilegal de marihuana también está contribuyendo al calentamiento global. Así lo concluye un informe realizado por EQ Research que revela que los invernaderos ilegales de marihuana consumen casi tanta energía como un centro de procesamiento de datos, que emiten unos 100 millones de toneladas métricas de carbono anualmente.

El estudio afirma que el cultivo de marihuana es el responsable de hasta el 1% de la energía usada en estados como Colorado y Washington. Según la analista Kelly Crandall, un gran invernadero ilegal puede llegar a tener 2.000 vatios de gastos de energía por metro cuadrado debido a la constante necesidad de iluminación y ventilación.

Se trata de un gran derroche de recursos que se podría paliar si la industria recurriese a las opciones de bajo consumo como las bombillas led o la energía solar. Sin embargo, hay un problema: en los lugares donde el cultivo el ilegal, la eficiencia de iluminaciones así es prácticamente imposible.

Según Crandall, esto se debe a las restricciones bancarias que existen. "Creo que es una especie de enigma que una industria tan rica en efectivo tenga difícil invertir en energía solar y energía eficiente por las restricciones bancarias".

Stephen Jensen, que se dedica desde hace unos años al cultivo en exterior,asegura en Takepart que el ahorro es más que considerable: en un cultivo exterior se van entre 1.250 y 1.500 dólares mensuales en energía, pero en uno interior de 25.000 a 40.000.

Un consumo medioambiental insostenible con el que se podría acabar gracias a la legalización del cultivo.