Científicos están buscando señales de vida alienígena en el misterioso visitante interestelar

Los astrónomos quieren descartar que el primer objeto interestelar que nos visita no es de origen alienígena. El gran telescopio Green Bank, en Virginia, intentará detectar si emite señales de radio. Las probabilidad de que haya sido enviado por una civilización de vida inteligente es mínima.

"Lo más probable es que sea de origen natural pero, como es tan peculiar, nos gustaría comprobar si tiene algún signo de origen artificial, como las emisiones de radio", expresó Avi Loeb, profesor de astronomía en la Universidad de Harvard y asesor de Breakthrough Listen.

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Loeb se reunió esta semana con Yuri Milner, el multimillonario ruso que financia con cien millones de dólares el proyecto de búsqueda de vida extraterrestreBreakthrough Listen. El cuerpo interestelar llamado Oumuamua, que significa ‘mensajero’ en hawaiano, presenta condiciones y una forma atípica. La interacciones en el espacio tienden a crear objetos redondeados. Oumuamua abarca 400 metros de longitud y es unas diez veces más largo que ancho. Parece un cigarrillo enorme.

"Es curioso que el primer objeto desde fuera del sistema solar se vea así", añadió Loeb.

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A pesar de que su forma no favorece el movimiento giratorio, gira sobre su eje cada siete horas y no se descompone. Ni siquiera lo hizo cuando pasó por debajo del Sol el pasado octubre. De color rojo oscuro, lo que absorbe el 96% de la luz que recae sobre él, parece estar hecho de roca y quizás de algún metal, materiales comunes más frecuentes que el hielo en las regiones internas de los sistemas solares.

Actualmente se encuentra a una distancia el doble de lejos que la Tierra del Sol. Viaja a 38,3 kilómetros por segundo. El objeto saldrá de la órbita de Júpiter el año que viene y en 2020 se perderá más allá de Plutón. Si emite alguna señal de radio, el telescopio Green Park la captará al instante. Puede detectar transmisiones tan débiles como las producidas por un teléfono móvil.

La comunidad científica apuesta por que todo quede en nada. De todas formas, servirá para analizar si al objeto le envuelve una nube de gas como a los cometas y, de paso, disipar toda duda de que alguien lo ha enviado.

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