El fabricante de queso suizo Beat Wampfler y un equipo de investigadores de la Bern University of Arts tocaron música de Mozart y Led Zeppelin a nueve ruedas de queso Emmental, característico del país helvético.

Durante los siguientes seis meses y durante las 24 horas del día, los quesos fueron expuestos a varias piezas de música. Un queso “escuchó” música de la ópera de Mozart, Die Zauberflöte o La Flauta Mágica, otro escuchó la canción de hip hop We Got it From Here de A Tribe Called Quest, mientras que un tercero escuchó Stairway to Heaven de Led Zeppelin. 

Mientras llevaban a cabo el experimento, al que llamaron “queso sónico”, los investigadores utilizaron mini transmisores para difundir la energía de la música en el queso, por lo que los sonidos resonaron directamente dentro de las ruedas del queso. Seis meses después, los quesos fueron probados por tecnólogos de alimentos del Grupo de Investigación de Percepción de Alimentos de Zurich University of Applied Sciences (ZHAW) quienes concluyeron después de dos rondas de pruebas a ciegas que el queso expuesto a la música tenía un sabor más suave que el queso no musical. El hip-hop le dio un sabor más fuerte, mientras que el queso expuesto a Mozart tenía un sabor más suave.

Benjamin Luzuy, chef y miembro del equipo que cató los quesos declaró para Reuters: “Las diferencias eran muy claras, en términos de textura, sabor, apariencia, realmente había algo muy diferente.”

Beat Wampfler, el fabricante de queso detrás del proyecto, dijo en la misma entrevista que los quesos fueron probados dos veces por el jurado y en ambas ocasiones los resultados fueron más o menos los mismos. Añadieron que el experimento ahora se centraría en el hip hop. “La idea ahora es tomar 5 o 10 quesos y ponerles hip hop y luego compararlos”.