Cómo los piratas están sembrando el terror en el Amazonas, el río sin ley

"No hay ley en el río Amazonas", dijo a la policía Odete Souza Franca, residente de un asentamiento cercano al puerto de Santana en Brasil. Se trata de una de las millones de personas que viven en el Amazonas brasileño atemorizadas por los ataques de los piratas de río. Para conocer su realidad, The New York Times ha recogido algunos de sus testimonios.

No es nada nuevo que haya piratería en la región, ya que se trata de uno de los lugares más pobres y peligrosos del país. Sin embargo, en los últimos años la actividad delictiva se ha intensificado. A medida que la población aumenta, los piratas expanden su dominio y, en consecuencia, tienen más oportunidades para delinquir.

Uno de los últimos incidentes tuvo lugar en la barca del capitán Merinaldo Paiva, donde docenas de personas se despertaron a media noche con un rifle apuntando a su cabeza. Eran 15 piratas, tenían la cara cubierta y estaban ahí para atracarles. Les obligaron a permanecer bocabajo mientras se llevaban todo lo que encontraban a su paso: dinero en efectivo, joyas, smartphones, combustible y comida. Después desaparecieron.

En los últimos meses, este tipo de ataques se ha sucedido en embarcaciones y aldeas.

"Todos los capitanes de las embarcaciones del río saben que están a la merced de estos bastardos. Tuvimos suerte de que no fuera a peor", comentó Pavia en relación al ataque que tuvo lugar en abril y en el que, además del atraco, hubo violaciones, torturas y asesinatos.

 

 

No es nada nuevo que haya piratería en el Amazonas, pero, en los últimos años, se ha intensificado

Ante este conjunto de atrocidades es inevitable preguntarse que es lo que empuja a los piratas a cometerlas. Pueden haber varios motivos, pero, como confesó un pirata que utiliza el pseudónimo Mohicano y que dirige una banda que se dedica al robo de combustible, en su caso fue conseguir dinero para Navidad.

"Necesitaba el dinero, así que hice lo que más me convenía", explicó a la policía.

Por ello, como apuntó el presidente de la Unión de Compañías de Navegación Fluvial del Estado Amazonas, Galdino Alenzarlos, los piratas suelen atracar barcos que llevan productos para la creciente población de la región. Ya sea gas doméstico, dispositivos electrónicos, cemento o carne seca, lo toman. Aunque,su mercancía predilecta es el combustible.

Resultado de imagen de amazonas brasil piratas

"Es un producto que pueden robar y luego vender a los mineros de oro que operan de manera clandestina en la selva", explicó Alencar.

El pirata que utiliza el pseudónimo Mohicano confesó que delinquía porque necesitaba dinero para Navidad

Otro factor que hace que esta problemática sea aún mayor es que, como advierten los operadores de botes, cada vez son más sofisticados y despiadados. De acuerdo con el coronel Protásio Barriga Caldas, se desplazan en lanchas de carreras, con las cuales alcanzan más rapidez velocidad que las embarcaciones más voluminosas y, además, están dispuestos a matar para llevarse lo que quieren.

A pesar de que muchos habitantes alegaron que en rara ocasión la policía pasaba por las vías fluviales donde tienen lugar los atracos, ellos aseguran que hacen todo lo posible para combatir esta problemática. En Macapá, una ciudad de 37.000 habitantes, se ha desplegado una brigada especial del Batallón Ambiental que regularmente buscan lo que, en el argot local, se llama "ratas de agua".

Sin embargo, todavía falta mucho para que los habitantes del Amazonas brasileño puedan caminar por su hogar sin sentir el peligro.

[Vía The New York Times]

Regresar al blog