Cuando tu cerebro desconecta unos segundos: así funcionan los microsueños

Es por la noche y hace rato que llevas conduciendo por esa carretera tan recta. Aunque no te des cuenta, el cansancio se apodera de ti. Has dormido mal por la noche y la acción mecánica de conducir no te lo está poniendo fácil. De repente, tus ojos comienzan a parpadear más veces que de costumbre pese a que te encuentras despierto y, en un momento dado, los cierras durante un lapso de tiempo muy breve, dos segundos quizás. ¿Qué ha pasado? No te has dormido, pero tampoco te encuentras en un estado pleno de consciencia.

No te preocupes, simplemente has sufrido un microsueño.

Este fenómeno del sueño demuestra algo que los científicos llevan tiempo investigando: estar despierto o dormido no es simplemente algo de todo o nada, si no algo más complejo.

O dicho de otro modo: solo porque estés despierto no significa que tu cerebro entero esté despierto.

 

 

 

 

Estos intervalos de pérdida de consciencia o de desconexión de ciertas áreas cerebrales suelen ocurrir durante una tarea monótona, como escuchar a un interlocutor durante mucho tiempo, conducir largas distancias por la noche o ver una película aburrida.

Pero la pregunta es, ¿qué sucede en nuestro cerebro para que se produzcan esos microsueños?

Un estudio con ratas llevado a cabo por científicos especializados en sueño y conciencia de la Universidad de Wisconsin-Madison descubrió la existencia de sueño local mientras estamos despiertos. Pequeños grupos corticales de neuronas aisladas que se adormecen mientras el sujeto, en apariencia, continúa moviéndose y actuando de forma consciente.

 

Durante los 'microsueños' pequeños grupos corticales de neuronas aisladas se adormecen mientras el sujeto, en apariencia, continúa moviéndose y actuando de forma consciente

 

Tras un experimento en el que los científicos obligaron a las ratas a mantenerse despiertas durante un periodo de tiempo prolongado, descubrieron que las neuronas también se cansan y desconectan. A medida que la presión sobre el sueño aumentaba, también lo hacía la frecuencia de estas desconexiones parciales y su preponderancia en la corteza cerebral. Hasta que llegados a un punto, la actividad del cerebro se sincroniza y el cerebro cae en un sueño profundo y muy corto. Entonces aparecen los microsueños.

Este fenómeno se hace más potente cuanto más pesada es la presión del sueño. Por el contrario, después de muchas horas de sueño reparador, algunas de estas neuronas se "desacoplan" estas oscilaciones en todo el cerebro, por lo que es más difícil que ocurran los microsueños. De ahí vienen los consejos que nos recomiendan conducir descansados o dormir las horas suficientes antes de llevar a cabo una tarea monótona. Si tu cerebro está despierto, es menos probable que células aisladas se desconecten.

 

 

Otro estudio reciente dedicado a la investigación de este fenómeno detectó que el microsueño se producía de forma más fuerte en ciertas zonas cerebrales.

La investigación, publicada en la revisa Neuroimage, realizó un experimento con un grupo de voluntarios a los que se mantuvo despiertos durante 22 horas. Después de este periodo, se les introdujo en una máquina de resonancia magnética funcional oscura y se les pidió que no se durmieran. Mientras tanto, el escáner cerebral detectaba cuando se dormían periódicamente y se pudo observar lo que ocurría en sus cerebros.

Durante estos pequeños instantes de microsueño, se produjo una reducción en la actividad del tálamo, una región cerebral involucrada en la regulación del sueño. Además, también se produjo un incremento de la actividad en las regiones cerebrales responsables del procesamiento sensorial y la atención. Por supuesto, estas funciones son fundamentales en la vigilia. Esto les llevó a la conclusión de que hay partes cerebrales que se mantienen en modo “on” mientras que otras sucumben temporalmente a esta necesidad de sueño.

Regresar al blog