El camello de Londres que ha destrozado a Klitschko y al que comparan con Ali

Estuvo en prisión y ahora 90.000 personas han visto a Anthony Joshua coronarse en Wembley campeón mundial de los pesos pesados

 

 

Anthony Joshua

Imagen Getty

Anthony Joshua es el nuevo Rey de Inglaterra, con permiso de Isabel y el Príncipe Carlos.

Este boxeador británico de 27 años es el hombre del momento después de destrozar en el ring a Wladimir Klitschko y proclamarse campeón mundial unificado de los pesos pesados.

 

 

Es el primero que consigue serlo en el siglo XXI: en 2016 se proclamó campeón de los pesados por la IBF (Federación Internacional de Boxeo) y con la victoria de este sábado se alzó también con el título Mundial de la IBO (Organización Internacional de Boxeo) y la WBA (Asociación Mundial de Boxeo).

Joshua se impuso a Klitschko en casa con un derechazo en el 11º asalto que dejó al ucraniano frito y obligó al árbitro a detener la pelea a pesar de los intentos de Klitschko por seguir en pie.

 

El estadio de Wembley se convirtió en una fiesta con más de 90.000 invitados, siendo la pelea con más público de Gran Bretaña en 78 años.

Tal es la magnitud de su logro que ya se le compara con el más grande. A su misma edad, Muhammad Ali tenía un récord de 29-0 sobre el ring y ya ostentaba los títulos de la WBC y WBA, pero no son los logros los que unen a ambos boxeadores. Una imagen del británico capturada en el combate circula por las redes sociales. En ella se puede ver un parecido más que razonable con la mítica fotografía de Ali tras noquear a Sonny Liston en 1965:

 

 

Está claro que no tienen nada que ver, ya que al británico le queda muchísimo por hacer, aunque su KO tiene mucho mérito.

Joshua llegaba al combate con un récord de 18 victorias en 18 peleas, todas por KO. Delante tenía a un veterano de 41 años que ha peleado más veces por el campeonato mundial que lo que ha hecho Joshua en toda su carrera.

La diferencia en el número de asaltos peleados era abismal antes del encuentro: 44 para Joshua, 359 para Klitschko.

 

 

Después del combate, el británico fue al instante un fenómeno mediático de 1,98m y 100 kilos tras una vida de peleas, borracheras en bares y trapicheos de droga. Joshua es hijo de padres nigerianos, se crió en un barrio humilde de Watford  -en el norte de Londres- y aprendió el oficio de albañil mientras practicaba fútbol y boxeo.

Pronto dejó el balón y empezó a pelear en combates amateurs, pero tuvo unos escarceos con la marihuana que le llevaron a ser arrestado por tráfico de cannabis en enero de 2011. Estaba circulando por Londres con su Mercedes e iba vestido con el chándal de la selección, la policía le paró, encontró maría en el maletero y le acusó de ser un camello.

Se declaró culpable y cumplió prisión preventiva. Las autoridades le colocaron una pulsera electrónica en la pierna derecha, fue castigado con 12 meses de trabajos comunitarios y a 100 horas sin derecho a salario

Joshua cumplió con rigor la sanción, dejó de lado algunas compañías y se preparó para los JJOO de Londres'12, donde ganó la medalla de oro. Ha confesado en más de una vez que aquello le sirvió para no acabar toda su vida en la cárcel.

 

 

Ahora que es el mejor peso pesado del planeta, quiere que su imagen vaya más allá de Gran Bretaña. "El plan, en lugar de seguir adelante en el Reino Unido, es explorar y romper nuevos mercados y fronteras. Al igual que en el Medio Oriente, China, pude verlo luchando en el Estadio Nido de Pájaro de Pekín y en África, quiero ir a todo el mundo con él", explicó el promotor de Joshua, Eddie Hearn, justo después del combate.

Proyectarse a nivel internacional manteniendo sus raíces, esa es la maniobra de Joshua. Después del combate ante Klitschko volvió al apartamento de dos habitaciones que comparte con su madre en un bloque londinense. ¿Tendrá hueco para tantos cinturones?

 

 

 

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