El fin de la tortura que prohibe a las mujeres sentir placer
La Unión Africana, alrededor de la cual se reúnen todos los países africanos menos Marruecos, da un paso más en la protección de las mujeres. Esta semana, el parlamento de la Unión ha firmado un plan de acción que prohíbe la ablación femenina en sus 50 estados miembros. Una decisión sin precedentes.
La práctica de la ablación o mutilación femenina, consiste en mutilar los órganos sexuales de las niñas entre 4 y 14 años a modo de rito de iniciación. Según Unicef, actualmente 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sufrido la circuncisión que puede ser del clítoris o también de los labios mayores y menores.
Según Unicef, actualmente 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sufrido la circuncisión que puede ser del clítoris o también de los labios mayores y menores.
En África la mutilación se practica aún en 26 países y en algunos de ellos comoSomalia, las afectadas alcanzan el 98% de todas las mujeres. "El parlamento está preparado para contribuir y ayudar a los implicados en el plan de acción para solucionar este problema", ha declarado el presidente de la cámara, Roger Dang.
Las consecuencias de los procedimientos pueden llegar a ser fatales. Las mujeres sufren un extremo dolor, abundante sangrado, infecciones, molestias al orinar, menstruar o tener relaciones sexuales y grandes dificultades en el parto que pueden acabar en la muerte del bebé o de la madre.
La práctica que se presenta como ritual tradicional no es otra cosa que un modo para controlar la vida sexual de la mujer. Su propósito es impedir que sienta placer, domesticar su cuerpo y asegurarse la fidelidad marital para que la mujer solo mantenga relaciones con fines reproductivos.
Las consecuencias de los procedimientos pueden llegar a ser fatales. Las mujeres sufren un extremo dolor, abundante sangrado, infecciones, molestias al orinar, menstruar o tener relaciones sexuales y grandes dificultades en el parto que pueden acabar en la muerte del bebé o de la madre.
Naciones Unidas, que en 2012 consideró la ablación como una violación de los Derechos Humanos y de los niños, abordó el tema el pasado mes de febrero declarando el fin de la ablación como uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible a conseguir para el 2030.
Con la prohibición de la Unión Africana, el fin de la práctica parece cada vez más cerca. No obstante, si las tendencias continúan como hasta ahora, para el 2030 15 millones de niñas más serán mutiladas. Para evitar estos números, Dang ha pedido la cooperación de los hombres en la defensa de las mujeres frente a la tortura.