Tocas el libro y no es libro, sino tela.

Abres la página y no es página, sino troquel.

Hueles la tinta y no es tinta, sino aire duro.

Lames las letras y no son letras, sino puro éxtasis.

Miras las ilustraciones y no son ilustraciones, sino sueños.

Sueñas a Frida y no es Frida, sino magia.

…

Mmm.

…

Vale.

…

Perdón por lo caótico de estas líneas.

…

Pero es que para hablar de ‘Frida’ (Edelvives), el nuevo libro ilustrado de Benjamin Lacombe y Sébastien Perez, es necesario hacer un análisis profundo de qué aporta este álbum a los cinco sentidos.

Quizá ahí es donde reside la magia de esta publicación: en que es un libro que está hecho para tocarse y para saborearse. Para asumir con delicadeza y cuidado, muy despacio, como si mirarlo de una sola vez pudiera provocar un atracón. Un delirio.

‘Frida’ es, evidentemente, la biografía (ilustrada) de Frida Kahlo. Y puesto que la artista mexicana más odiada y querida en el mundo no necesita presentación, Lacombe y Perez se limitan a entregar una imagen tras otra en donde el dolor, la sangre y la ensoñación de Kahlo quedan retratadas con toda su pureza.

A través de nueve conceptos: el accidente, la medicina, la tierra, la fauna, el amor, la muerte, la maternidad, la columna rota y la posteridad, la historia de la artista se va desvelando de un modo tan evocador que ninguna narración escrita es necesaria para adivinar esos episodios de la vida de Kahlo.

Como un sueño.

...

Como un sueño que sucede lento.

...

Como un sueño que es magia pero no es magia sino arte.

Como arte que no es arte sino vida.

Como vida que no es vida, sino un apasionante, y estimulante, y delirante libro.