Hay un museo que solo se puede visitar buceando. Se llama Museo Atlántico, se encuentra bajo las aguas de Lanzarote y cuenta con más de 300 esculturas repartidas en 12 instalaciones.

Se abrió al público en marzo, pero el artista británico Jason deCaires Taylor no había terminado este trabajo hasta ahora.

Todo el que se atreva a sumergirse a profundidades de entre 12 y 15 metros en la bahía de Las Coloradas, presenciará la inmensidad del primer museo submarino de Europa.

Además de ser arte, estas esculturas tienen una función ambiental. Porque las construyó con hormigón pH neutro para que terminaran convirtiéndose en arrecifes artificiales.

Con ello, pretende sensibilizar a la sociedad sobre los problemas que sufren los océanos y su fauna y flora. "Quiero que inspire a la gente a querer entender más acerca de nuestros océanos y las amenazas a las que se enfrentan", dijo Taylor a la CNN.

Para crear algunas de estas esculturas se han inspirado en locales de la isla. Otras solo han sido fruto de su imaginación. Pero, todos ellas, recrean escenas cotidianas, problemas de nuestra época y tendencias que están en auge.

Con La Balsa de Lampedusa ha materializado las tragedias protagonizadas por miles de refugiados que han arriesgado o perdido sus vidas en el mar.

El Rubicón consiste en 35 figuras humanas caminando bajo el mar. Dá la sensación de que están congelados, como si el tiempo se parara y pudiéramos ver desde fuera como es nuestra rutina.

Las nuevas tecnologías están muy presentes en nuestro día a día y esto se evidencia con Contenido, obra en la que una pareja se hace un selfie marino.

"La idea era que se convirtiera en un portal a otro mundo", dijo el artista a la CNN.

Y así ha sido.

[Vía CNN]