EPIC Games quiere llevar a juicio a un gamer de 14 años por hacer trampas jugando a Fortnite

La madre del menor denuncia que su hijo está siendo usado como “chivo expiatorio” de la industria

JUAN CARLOS SALOZ

27 NOVIEMBRE 2017 12:00

 

 

   
 

EPIC Games ha comenzado a perseguir a jugadores particulares de Fortnite a los que acusa de 'cheaters'Está tomando medidas legales que van mucho más allá de la típica "expulsión" del jugador díscoloMedidas que pasan por demandar judicialmente a los "tramposos".

Este inusual movimiento empezó a fraguarse el mes pasado, cuando la desarrolladora detectó que algunos usuarios del modo Battle Royale estaban utilizando “aimbots”, piezas de software que modifican las condiciones originales del juego permitiendo a quien las usa acabar fácilmente con sus enemigos. Además de prohibir estos "trucos" y inhabilitar varios miles de cuentas, en EPIC decidieron llevar a juicio a dos de los 'cheaters' más concienzudos, una decisión que se está revelando polémica y que podría tener consecuencias inesperadas para la empresa.

El problema es que uno de los demandados ha resultado ser menor de edad.

El “tramposo” en cuestión tiene 14 años y a su madre le ha gustado tan poco esta noticia que ha escrito una carta pública en la que acusa a la empresa de “incompetente”. En la misiva, la madre del menor denuncia que su hijo está siendo usado como "chivo expiatorio" de la industria.

“Esta compañía está en el proceso de intentar demandar a un niño de 14 años”, comienza diciendo la madre. Acto seguido, añade que la demanda se basa en la premisa de que utilizar trucos tipo aimbots infringe las condiciones y términos legales del videojuego. Ahí va su primera bofetada para EPIC: según esos mismos términos, explica la madre, se requiere el consentimiento explícito de los tutores legales del menor para que este pueda acceder a jugar, y ella nunca dio su permiso.

 

 

La madre también señala que la demanda se sostiene en una supuesta “pérdida de ganancias” ocasionada por los jugadores presumiblemente tramposos, para después destacar que se trata de “un videojuego gratuito” y que, para demostrar la pérdida, EPIC debería proporcionar una declaración que certifique que las trampas le causaron un perjuicio económico directo y sustancial, algo que es casi imposible de probar.

Por último, alega que su hijo simplemente se descargó el software y lo utilizó como usuario, pero en ningún momento ayudó a crearlo, y Epic “no tiene la capacidad de probar que fuera utilizado”. Por último, la madre del demandado contraataca acusando a Epic de haber infringido las leyes de Delaware –residencia de la familia– sobre la divulgación de información sobre menores.

Así pues, la demanda contra el menor podría explotarle en la cara a la empresa desarrolladora. Lo más curioso es que, como explican en TorrentFreak, probablemente Epic no conociera la identidad del acusado al denunciarle, sino que se habrían basado únicamente en sus datos de registro. La deducción se basa en el hecho de que, en teoría, en EEUU no es posible demandar directamente a un menor de edad.

 

Supiera o no dónde se estaban metiendo, parece que la intención de la empresa por hacer de su juego un territorio exento de trampas ha hecho aguas por todas partes.

 

 

 

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