Este hombre ha dedicado su vida a dejarse picar por toda clase de insectos
Justin Schmidt es biólogo en Southwestern Biological Institute de Arizona, EE.UU. y a lo largo de su vida se ha dejado picar por toda clase de insectos con el objetivo de conocer su naturaleza. Mientras la mayoría de nosotros huimos de los insectos que pican, él ha pisado los 6 continentes para estar en contacto con ellos. Ha sido picado en numerosas ocasiones, y gracias a esto ha creado la llamada escala del dolor.
Desde la década de los noventa, la escala de Schmidt ha sido la fascinación de muchos, apareciendo incluso en la reciente película de superhéroes Ant-Man. La escala del dolor consiste en asignar una calificación determinada para cada picadura y describir la experiencia de cada una, como si fueran notas sobre el dolor basadas en su experiencia personal.
Comenta que los niveles de dolor son del 1 al 4: si se trata de 1, la picada del insecto ni siquiera merece nuestra atención, pero si es 4, nos aproximamos a una especie de tortura medieval.
La escala del dolor consiste en asignar una calificación determinada para cada picadura y describir la experiencia
Para que esta realidad llegue tanto a los entendidos de los insectos como a los que viven en el desconocimiento absoluto, lo explica desde una perspectiva original y a partir de ejemplos que nos resultan familiares a todos. "Trato de describir la picadura de una manera divertida y entretenida y que también tiene una base en la realidad":
"Nivel 1. Avejas sudorosas: Luz y efímera, casi con sabor a fruta. Una pequeña chispa ha chamuscado un solo pelo en su brazo".
"Nivel 4. Hormiga bala: dolor intenso brillante puro. Como caminar sobre carbón llameante con un clavo de 3 pulgadas integrado en el talón".
La escala del dolor de Schmidt está incluida en su libro The Sting of the Wild, en el que explica su aventura salvaje a través de los insectos que pican, cómo es su vida social, de qué forma se defienden y la reacción de las personas ante ellos.
A través de su relación con la naturaleza ha encontrado conclusiones que estrechan los vínculos entre los insectos y la humanidad y que le han ayudado a aprender distintos aspectos sobre ambos.
En su libro The Sting of the Wild explica su aventura salvaje a través de los insectos que pican, cómo es su vida social, cómo se defienden y de qué forma las personas reaccionamos ante ellos
"El papel de las avispas es ser nuestras amigas. Comen sólo orugas. Sí, te pican, pero solo porque los están amenazando ", dice. "Las hormigas nos dicen mucho acerca de la organización social. Enriquecen nuestras vidas y nuestras historias. Un planeta cubierto de asfalto no enriquece nuestras vidas ".
Su vocación por dedicar su vida al estudio de las picaduras de insectos empezó a los 20 años, cuando su primera mujer le regaló el libro Wasp Farm, que detallaba la observación de la avispa. Fue después de aquello cuando, en 1969, cogió su furgoneta y cruzó EE. UU. con el objetivo de recoger muestras de 20 especies nativas de hormigas cosechadoras.
Desde entonces, no ha parado de ser picado por toda clase de bichos. Para él,las picaduras de insectos son parte de lo que hace la vida digna de ser vivida.
[Vía Cool Green Science y The New York Times]